EN MANOS DEL ALFARERO
Existe un hombre de origen Australiano con un testimonio de vida tremendo: NICK VUJICIC, podrás saber más de el en nickvujicic.com, para quienes no le conocen, este extraordinario hombre nació sin brazos y sin piernas, y después de luchar en su auto aceptación, comprendió que simplemente ya no era un hombre sin brazos ni piernas sino que es un Hijo De Dios redimido por la sangre de Jesucristo.
Como seres humanos solemos cometer un grande error y es considerar o tener una imagen De Dios, el cual es tan equivocado este concepto pues lo que hacemos es hacer a Dios a nuestra imagen y semejanza, limitando a Dios y categorizando los valores y preceptos De Dios de acuerdo a nuestro corazón o mente, por eso podemos llegar a pensar que LA JUSTICIA De Dios es igual o similar a nuestra justicia.
Al hacernos una imagen De Dios, lo que hacemos es llevar al Extraordinario Creador del Universo a nuestra escala en el amplio espectro de la palabra, pensando así que Dios ama lo que nosotros amamos, pensamos pues que Dios es limitado por el tiempo tal como lo estamos nosotros, una vez más llevamos la Justicia Divina a la misma altura que la Justicia humana y todo lo anterior y muchas otras cosas más están totalmente fuera de Verdad De Dios.
Cuando yo eran jovencito sobre mis trece años pesaba unos cincuenta kilos, literalmente solo era orejas, nariz, pues éste era el bajo concepto y la baja autoestima en mí a esta edad, cuando fui un poco más mayor estaba tan a disgusto conmigo que aumente a ciento quince kilos, la tendencia bajaba por momentos pero me mantenía sobre los cien kilos, esto trajo consecuencia terribles para mi vida, un accidente grave en moto, un infarto, miocárditis, gastritis severa, Diabetes II y otras pequeñas consecuencias que aún persisten en mi.
Actualmente estoy en los ochenta y tres y bajando, pero ¿Qué fue lo que me hizo reaccionar?
Igual que Nick Vujicic, comprendí que tenía que respetar al Dueño de mi cuerpo y aceptar que tal como el me hizo, simplemente es perfecto. Yo cuento con todas mis extremidades pero aún estoy limitado en mis pensamientos y acciones pero tengo que seguir permitiendo que Dios siga trabajando conmigo.
“Mas ahora, oh SEÑOR, tú eres nuestro Padre, nosotros el barro, y tú nuestro alfarero; obra de tus manos somos todos nosotros.”
Isaías 64:8 LBLA
Tal y como eres, eres precioso o preciosa, Dios te hizo con sus manos y quiere utilizarte así para que Extiendas en Reino De Dios en aquellos lugares donde estas: en el trabajo, en el colegio, en la universidad, por las calles que paseas, en tu vecindario, en fin en tu mundo. Allí es donde Dios quiere utilizarte (tranquilo Dios tratará con tu carácter de tal manera que cambiarás hasta tu caminar como en el caso de Jacob).
Pero al considerar a Dios a nuestra imagen nos solemos pelear con Él y hasta le desafiamos diciendo cosas tales como: ¡hasta no terminar mis estudios no me puedo comprometer en las misiones!
¡Hasta que no me case, no te puedo servir Señor!
¡Hasta que no tenga mi propia casa no puedo crear mi pequeño grupo de oración!
Así siempre limitamos el Poder De Dios en nosotros, pero veamos lo que dice la Palabra:
“¡Ay del que contiende con su Hacedor, el tiesto entre los tiestos de tierra! ¿Dirá el barro al alfarero: "Qué haces"? ¿O tu obra dirá: "El no tiene manos"?”
Isaías 45:9 LBLA
Ya puedes hacer todas las pataletas que desees delante De Dios, pero ten en cuenta que el barro es el mismo, y Dios que es el Alfarero puede hacer de ti un tiesto para tomar agua o puede hacer de ti un vasija para portar vino (ánfora), deja por lo tanto que Dios sea Dios, no te hagas ninguna imagen de Él ni lo limites, pues Él es tu hacedor y sabe todo lo que te conviene y sirve, haciéndote cada vez más útil para la Evangelización de los Últimos tiempos.
Deja de estar luchando o peleando con Dios, acepta que Él tiene un trato especial contigo que es muy diferente al trato que mantiene conmigo, pues yo solo soy “BARRO EN MANOS DEL ALFARERO” quizás tu eres una Ánfora que Dios utilizará para llevar el Avivamiento a las naciones.
Es momento de orar a Dios y decirle: “DIOS ME ARREPIENTO DE MIS MALAS DECISIONES Y ACEPTO A JESUCRISTO COMO SEÑOR Y SALVADOR, HAZ CONMIGO LO QUE TENGA QUE HACER PUES SÉ QUE EN TUS MANOS PRECIOSAS ESTOY SEÑOR”.
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| NICK VUJICIC |
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Dios te bendiga y traiga revelación a tu vida de la Mentalidad de Cristo que ya esta en ti.
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