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22 de marzo de 2019

CAMINANDO SOBRE LAS AGUAS





CAMINANDO SOBRE LAS AGUAS









En la Biblia vamos a encontrar muchas y diversas historias, algunas de ellas son tratadas por todas las personas, creyentes o no, las utilizamos  para dar  ejemplo, yo mismo me encontrado constantemente en medio de conversaciones con mis compañeros de trabajo que se consideran ateos, utilizando muchas historias como la de Jonás, la muerte de Lázaro y su resurrección entre muchas otras. Una de estas historias es la del Apóstol Pedro caminando sobre las aguas.  Para poder entender este suceso debemos de remontarnos al llamamiento que Jesucristo le hizo a Pedro:

“Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”
S. Mateo 4:18-19 RVR1960

La expresión Venid en pos de mí, en otras versiones “Sígueme”, es un llamado de reivindicación por parte de Jesucristo para aquellos que fueron rechazados anteriormente por otro Rabí al no considerarles dignos de terminar sus estudios hebraicos, pero él que ve más allá, sabe lo que hay en el corazón de cada uno de nosotros en este caso, conocía el fin del Apóstol Pedro y el papel fundamental en la edificación de su Iglesia, cuando un Rabí te decía “Sígueme” era porque este consideraba que tú tenías madera para ser Rabí, tú dabas la talla necesaria para ser el nuevo líder, así que aquel que te llamó espera que tú seas su sombra, su gota de aceite, que lo imites en todo y que llegues incluso a pensar de la misma manera que él analizaba las escrituras, ósea él te va a enseñar a estudiar la Palabra de Dios para que des tú propia versión de ella, para que des tu “Yugo”…(es por esto que Jesucristo dijo “mi yugo es fácil y ligera mi carga”), es más se esperaba que tu hicieras hasta los ademanes que tenía el Rabí y por estos serias fácilmente reconocible ante otros, de allí que se reconozca si vienes de la Escuela de Hillel  o de Gamaliel las más reconocidas en los tiempos de Jesucristo, en el Talmud está escrito “El discípulo debe de estar cubierto con el polvo de los pies de su Maestro”.

Ahora si, sigamos con la historia;  acababa de predicar Jesucristo  durante unos tres días a cerca de viente mil personas, siente compasión de ellos y les da de comer, les despide y se retira a orar solo al monte, antes de irse les da la orden a los discípulos que se adelanten y crucen el mar pues tienen que ir al lado contrario para proseguir la campaña de sanidad y milagros. Resulta que entre las tres y seis de la mañana, ellos van cruzando por la mitad del mar, de repente observan  una persona (en algunas versiones dice que ven un fantasma)  llegando a ellos, cuando logran identificar que es Jesucristo, se tranquilizan y es aquí cuando surge la frase de Pedro:

“Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.”
S. Mateo 14:28 RVR1960

Lo que está haciendo el Apóstol es cumplir con lo que se espera de él, ser un imitador del Maestro, es decir, como el Rabí  caminó sobre las aguas, el también debía  hacerlo, esto abra pensado Pedro.

Sabemos que esto ocurrió literalmente, no niego en ningún momento que vuelva a ocurrir, pero considero que hoy es necesario ver la parte figurada de esta enseñanza bíblica, y es aprender a caminar sobre las aguas siguiendo los pasos de Jesucristo siendo un fiel imitador de todo el amor enseñado, modelado, recibiendo ejemplo de parte de él. Cuando Dios nos dice que salgamos de Ur de los Caldeos no es exactamente que dejemos nuestra tierra, es más bien el cambio necesario de mentalidad natural a la mente de Cristo para poder seguir sus sendas y llegar a la altura de Jesucristo quién es nuestro modelo a seguir; durante toda mi vida me he movido tratando de agradar a Dios, suelo pecar por considerar que mis pensamientos son sus Palabras, pero tengo un dicho “Prefiero pecar por exceso y no por inacción”, muchas veces he corrido a los píes de Jesús cuando quizás él me está pidiendo estar parado, pero igual que hizo con Pedro, con una voz tierna y dulce me dice: “Hijo levántate que no es momento de estar de rodillas, es hora de tomar posición”, pues estas son las palabras y tono de voz de él con el Apóstol al ver que se hundía: “Vamos Pedrito, esta bien estos tres pasos que has dado, mañana probamos con dar cinco más, mientras tanto has que aumente tu fe”…analicemos de esta manera esa expresión, tal cual es como cuando nuestros hijos aprenden a caminar, primero gatean, luego van con el taca-taca, hasta que sueltan a caminar del todo. ¿A caso, inmediatamente ellos se cayeron, tú les descalificaste por haber caído? De igual manera ¿Por qué rebajamos la fe del Apóstol Pedro al hundirse? ¿Físicamente, cuántos pasos has dado tú en el agua?

Caminar por las aguas es un acto constante de fe que debemos hacer todos los días, pues así declara la Palabra de Dios:

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
Hebreos 11:6 RVR1960

Y tú ¿Como llevas tú andar por las aguas tal como lo hizo el Maestro Jesucristo?

Activemos nuestra fe y enfrentemos los retos que cada día se nos presentan, aún sabiendo que nos hundiremos en las aguas pero allí estará Jesucristo para sacarnos a flote y volver a animarnos para seguirle. 

Este es un pequeño estudio  procuro enseñar la importancia de caminar sobre las aguas de la fe, sabiendo que está es la única manera de agradar a Dios, sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en mí blogs, compártelo y suscríbete:


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Dios te bendiga y traiga revelación a tu vida de la Mentalidad de Cristo que ya está en ti.

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