EN EL DESIERTO
Para la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), me presenté en la modalidad de Ciencia Sociales Aplicada; en anteriores ocasiones me había presentado en otras modalidades y francamente no obtuve los resultados que necesité, por eso una amiga me recomendó hacerlo con esa especialidad y los resultados fueron los esperados. Como en otros estudios he comentado me gusta ver documentales de naturaleza y desde niño observe por la televisión cuantos pude. Aprendí mucho de Geografía e Historia por ellos, más toda la información que fui acumulando en mis estudios, por eso al presentar la PAU tuve la oportunidad de demostrar que manejaba bastante bien los temas a presentar tales como mares, zonas tectónicas y desiertos, este último tuve que aprendérmelo perfectamente no solo por la necesidad del examen sino por todo lo que estaba ocurriendo en mi vida.
¿Qué es un desierto?
Según la web: Un desierto es un bioma donde las precipitaciones son escasas. Estos suelen poseer poca vida, pero eso depende del tipo de desierto; en muchos existe vida abundante, la vegetación se adapta a la poca humedad y la fauna usualmente se oculta durante el día para preservar humedad.
Actualmente podemos encontrar en los cinco continentes zonas desérticas, pero la mayoría de ellos están en America, África y Australia. La importancia de estas zonas es que tanto el clima como la agricultura mundial están directa y estrechamente relacionadas con la vida del desierto, es decir nuestra vida dependen del desierto. Gran parte de los nutrientes necesarios para el suelo son arrastrados desde sus arenas y las bolsas de aire cálido que se desprenden de ellos regulan nuestra climatología.
Oseas 2:14 RVR1960
Quizás, sobre el dos mil diez, estábamos en la terraza tomando unos mates mi amigo y Pastor Daniel Barabaschi, cuando entre conversación y charla me soltó esta bomba de la Palabra, Dios te quiere llevar al desierto para hablarte al corazón y me describió lo que habla el profeta en este capítulo, Dios reconoce que su pueblo Israel es infiel, pues Dios les trata como a una esposa, pero el pueblo se comporta con Dios como un amante más de todos los que tiene, haciendo el duro reconocimiento que ellos prefieren estar con sus amantes antes que con Dios, por este motivo Dios va a tener un trato especial con ellos, por eso la razón de ir a desierto es para que Dios te hable al corazón y si logras cumplir este objetivo tienes una gran promesa, dejaras de tener Señor para tener a “Ishi” (permite que Dios te revele lo que significa dejar de seguir al Señor para caminar junto a tu (esto es, mi marido) tu compañero permanente).
De allí y sin entender realmente le dije a Dios en íntima comunión “Llévame al desierto” (en las próximas ocasiones él ha sido quién me ha dicho la necesidad de entrar), comencé un ayuno de cuarenta días, consumiendo agua y yogur por la noche, pero solo pude cumplirlo hasta el día treinta y tres, entonces se desencadenó a partir de allí el entender que es buscar el corazón de Dios y no solo su brazo o provisión, encontrar todos los días una sonrisa en él por todas las obras de injusticia que puedo llegar hacer por el reino de los Cielos y todas las almas que pueda llevar a los píes de Cristo simplemente es todo aquello que hice con aprendiz de siervo inútil.
S. Mateo 4:1 RVR1960
Jesucristo fue llevado por el Espíritu Santo al desierto para ser tentado, previamente él todos los días estuvo escuchando la voz del Padre por eso también accedió ir al desierto con la finalidad de ser tentado, así debemos de entender que nosotros podemos ir al desierto con este motivo, pues Dios dentro de su Soberanía perfectamente permite al adversario ponernos a prueba.
En conclusión, bendito es el desierto al cual Dios te quiere llevar, él te quiere llevar para tratar especialmente tú corazón hablándole pero también lo puede introducir para ser tentado y con ello purificado para servir tan poderosamente tal como Jesucristo lo hizo en sus tres años de ministerio.
¿Qué vas a hacer, te quejarás o bendecirás por estar en el desierto?
Te propongo buscar a Dios para que sea el quién te introduzca en su tiempo al desierto, depende mucho tu vida el pasar por allí, no te niegues al entrar y cuando estés en él, recuerda preguntarle a Dios en profunda intimidad, ¿por qué estas allí, para conocer su corazón o para ser tentado?
Recuerda, el lugar más alto donde puedes estar es postrado a los píes de Jesucristo y cuando tú reconoces la necesidad de cambiar tu mentalidad natural por la de Cristo, tendrás la revelación del reino de los Cielos.
Este es un pequeño estudio donde procuro enseñar para que Dios nos lleva o permite que estemos en el desierto, sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en mí blogs, compártelo y suscríbete:
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Dios te bendiga y traiga revelación a tu vida de la Mentalidad de Cristo que ya está en ti.
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