NADA ES GRATIS
Recuerdo cuando era niño no tener muchos lujos, algunas necesidades pero dentro de la norma, vivíamos bastante bien. En alguna ocasión llegue a cuestionar a mis papás por no comer golosinas cuando otros chicos de mi edad si lo hacían. Puedo hacer memoria que ocasionalmente debía de vestirme con la ropa que nos regalaban unos primos muy cercanos, por lo cual también llegue a recriminarles esto, pues yo consideraba que se podría tener todo como los demás lo poseían. En cierto momento ya joven analizando todo el esfuerzo laboral que realizaban mis papás, les reproche el que no desearán pagarme la universidad, hasta que me fui de casa para comenzar a vivir mi propia economía, allí fue cuando comencé a extrañar y amar lo que conocemos como “Hotel mamá”. Caminando por las calles de Cali- Colombia, aprendí que nada es gratis, todo cuesta y siempre hay un valor en todo lo que hacemos y tenemos aunque no se vea ni se este haciendo alarde de ello.
En el Antiguo Testamento encontramos una historia de sacrificio y entrega total que aún hoy nos está hablando:
“Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza”
1 Samuel 1:9-11 RVR1960
Esta es la hermosa historia del Profeta Samuel, Ana su mamá vivía angustiada por ser estéril y al ver que la segunda mujer de su marido Elcana, se burlaba de ella por esta condición aumentando aún más su tristeza. En cierta ocasión cuando fueron a dar sacrificios a Dios, ella con un corazón humilde y humillado delante De Dios le prometió que sí quedaba embarazada dedicaría al niño al sacerdocio, pasado el tiempo ella concibió y al tiempo después del destete lo entregó al sacerdote Elí para prepararlo. Ana tuvo un sacrificio muy grande de entregar a su hijo después de tantos años de estar deseándolo pero ante todo fue fiel a la promesa dada a Dios, a ella no le salió gratis dejar al niño a cargo del sacerdote Elí, pues cada año le proveía económicamente para su sustento y tejía vestidos para el joven. Velaba y cuidaba de Samuel, el precio que ella pagó fue un precio alto y elevado, Dios compensó su sacrificio permitiendo que Samuel se convirtiera en el último juez sobre Israel.
Mientras educábamos a nuestros hijos, siempre les dijimos que nada es gratis; es decir, todo hay que pagarlo aunque no lo veas físicamente, por ejemplo, sino se paga la energía, la empresa encargada de suministrarla, suspenderá el servicio, igualmente con el agua, teléfono, seguro del auto, etc. Debemos de pagar el precio de todo lo que tenemos, pero una vez más ellos nos cuestionaban que era imposible, tendría que existir algo gratis, incluso en un momento ellos trataron de sacarnos ventaja al asegurar que la salvación es gratuita, (esto es algo que solemos predicar y anunciar), pero les explicamos, aunque no tenemos que pagar el precio de la salvación, en realidad quién la pagó fue Jesucristo en la Cruz del Calvario por nosotros, no solo eso, él se despojo de su majestad para ser un hombre, tal como tú y yo, y así ser con autoridad nuestro abogado delante del adversario, pues el vivió todo lo que nosotros estamos viviendo y realizó el justo pagó por adelantado de todos los gastos y aranceles que nosotros debíamos:
“el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”
Filipenses 2:6-8 RVR1960
“Porque Cristo murió por los pecados una vez y para siempre, el justo por los injustos, para llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida”
La salvación es gracias a la acción de Jesucristo en la Cruz del Calvario, pero todo el peso y costo de la salvación fue pagada por Jesucristo, porque nada es gratis.
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Dios te bendiga y traiga revelación a tu vida de la Mentalidad de Cristo que ya está en ti.
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