¿BESANDO AL LEPROSO?

¿BESANDO AL LEPROSO?

Sé que el título de hoy es muy cuestionable, pero es una manera de llamar tú atención y que puedas reflexionar acerca de tu estilo de vida, en realidad mi primer pensamiento sobre este estudio fue “Crees tener una fe mediocre” pero al volver a leerlo me  llevé esa reflexión y me por eso el título, ¿Qué tipo de fe tengo?.

Cuando Dios le dictó a Moisés las leyes, le dio una fuerte ley con respecto a los leprosos, está enfermedad actualmente no existe como era en los tiempos antiguos, por lo menos con la misma severidad, es provocada por una bacteria que  no solo afectaba a la persona sino también a su ropa, las paredes de su casa, pues el aspecto de la persona se tornaba totalmente desagradable, mal oliente, era una enfermedad contagiosa e incurable, por eso ellos debían apartarse de sus familiares y de la sociedad, teniendo que llevar alrededor de su cuerpo una cadena de campanillas que anunciaban que un leproso llegaba. Al leer en hebreo la palabra leproso, vemos que su significado era “Castigo de Dios”.

“Y el sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y pareciere la llaga más profunda que la piel de la carne, llaga de lepra es; y el sacerdote le reconocerá, y le declarará inmundo”.

Levíticos 13:3 RV60

En la Biblia vamos a encontrar diferentes historias de personas con esta enfermedad pero solo quiero traer dos hoy.

La primera de ellas es esta: existía un hombre muy  importante, general de un gran ejército, conquistador y burócrata sin igual, el General Aman. Delante de él todos sus hombres le tenían en gran estima por todas sus hazañas e historias de conquistas sobre todos los pueblos,  y los habitantes temían su nombre y presencia, pues nación o estado que no se dejaba conquistar era totalmente arrasado por él, es por esto que el Rey Sirio le apreciaba mucho y lo tenia entre los más cercanos suyos pero Aman sufría de lepra, el orgullo y la soberbia de su vida lo habían consumido tanto que ella misma lo estaban matando. Cierto día el Rey le mandó a visitar a Elíseo para ser sanó de esta enfermedad, y después de tratar el tema del orgullo, arrogancia y altivez de Aman, este fue sano al lavarse siete veces en el Jordán.

“Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?

El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio”.

2 de Reyes 5 13:14 RV60

Puedes leer la historia completa en 2 de Reyes 5, pero aquí es donde caben estás preguntas reflexivas: ¿Quiénes son los leprosos de esta sociedad?

Al observar hoy la cantidad de enfermedades Psico - somáticas logramos identificar a muchos de los leprosos de hoy, entonces son aquellos que sea auto aíslan, posiblemente los marginados  por enfermedades como depresiones y bi polaridad, ausentes y distantes de la sociedad sin entender siquiera el por qué desean estar separadas de ellas, pues su orgullo, soberbia y arrogancia no permiten que nadie les ayude, a la verdad conozco personas en condición económica de pobreza tan orgullosa, arrogantes y altivas que no desean ser ayudados por nadie, considerando esta condición digna de llevar.

Pero cavando un poco más profundo ¿Qué hay en tú vida que provoca el rechazo social? ¿Eres de los qué solo observas la lepra de los demás?

La segunda historia que me gustaría contar acerca de este problema es cuando Jesucristo estaba bajando de un monte, en ese momento él estaba bastante acompañado de gente cuando de repente uno de esos indeseados por la sociedad y se le juntó un leproso y para mí entender con una pregunta más bien inocente le dijo: ¿Puedes tú limpiarme? Como resultado este hombre quedó sano:

“Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego, y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.”

S. Marcos 1:40-44 RVR1960

Por esto es que me enamora Jesucristo, él va y rompe con todos los esquemas y paradigmas sociales recurrentes en contra de los leprosos, lo abraza o lo tocó, como quieras pensar, pero dio un paso más que el resto de la gente que estaba acostumbrada a dejar pasar de largo al enfermo y juzgarlo, por …“Se lo merece, ese  castigo de  Dios”.

Una de las cosas que más me gusta de este pasaje es ver la fe del leproso, estamos en el primer capítulo de Marcos y pocos saben de quién es realmente  Jesucristo y va esté hombre hambriento y sediento de  Dios, un huérfano y viudo de la sociedad sin ningún tipo posible de redención, va y se postra a los píes de alguien que él cree que lo puede curar (por eso el posible título).

Pero ahora por medio de otras preguntas reflexivas, deseo que analices:

¿Estamos prestando atención a los excluidos de la sociedad?

¿Estamos abrazando y tocando a los más necesitados?

¿Estamos trayendo la revelación de Jesucristo a esta sociedad tan necesitada?

¿Estamos declarando la verdad y enseñando a Cristo resucitado en nosotros?

   

Te animo a que te atrevas a romper los moldes y estructuras que te apartan y que hacen que te  aísles de la sociedad, para que vivas a Jesucristo como tú Señor, Salvador y Sanador.

En esta enseñanza, pretendo que te motives a querer cambiar de mentalidad y vivir  el máximo tu relación con Dios, no permitas ni excluyas a nadie, pues él no lo hace. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:

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Dios te bendiga y traiga revelación a tu vida de la Mentalidad de Cristo que ya está en ti