¡LA OBEDIENCIA ABRE EL ENTENDIMIENTO!
Durante mucho tiempo nos han estado hablando de la fe y como debemos de aplicarla en todo lo que hacemos y sobre todo para servir en las personas y las congregaciones.
Hace unos años atrás, en la Iglesia Centro Cristiano Esperanza de Badajoz, los pastores inauguraban un precioso programa que se llama “La Megafiesta” con ella se pretende llegar a la mayor cantidad de familias con una tarde lúdica, llevando a ellos castillos hinchables, obra de teatro, cánticos de alabanza, pintacaras, manualidades, y se les comparte una pequeña merienda; en la Megafiesta la idea es poder integrar a los padres con sus hijos en todas las actividades donde se les evangeliza espontáneamente a toda la familia de manera simultánea, y así romper las barreras de religiosidad y tradiciones que los separan lamentablemente de otras creencias pues experimentan como un pequeño grupo de personas sin muchos recursos económicos simplemente están invirtiendo para su comunidad, de manera altruista pero sabiendo que todo aquello que invierten lo hacen para el Reino de los Cielos.
Para aquella ocasión tome a toda mi familia y nos fuimos apoyar a la Iglesia y a los Pastores Cristian y Raquel Chamorro, todo fue perfecto aún incluyendo las dificultades iniciales para las solicitudes de permisos delante del Ayuntamiento local, pero nuestra real historia de fe comenzó al regreso de casa, estamos hablando de casi ocho horas de viaje, comenzamos el regreso sobre las seis de la tarde, donde tenemos que dejar la autopista para tomar carretera nacional y subir una sierras, el problema está cuando en medio del trayecto y durante casi cuatro horas tuvimos que atravesar una densa neblina que no nos daba una visibilidad más allá de un metro y medio de distancia. Ani era quién conducía, pero ella muy segura, oró a Dios, colocó el GPS y siguió para adelante, literalmente yo la acompañe los primeros quince minutos iniciales de este tramo de travesía pues me dormí por lo menos una hora y media, al despertarme y conversar con ella me dijo que todo este tiempo uno había cambiado la meteorología, y Ani mí ayuda idónea, solo me repetía “de esto se trata la fe, saber que no vez la carretera, que vas a más de ochenta kilómetros por hora, con toda tú familia durmiendo y ellos confían en ti pues sabemos que estamos confiados en Dios que llegaremos a la meta”, en fin…llegamos bien a casa y hoy contamos que aprendimos que el entendimiento de la fe nos llegó porque obedecimos y nos activamos en todo aquello que anteriormente nos habían enseñado y solamente lo estamos llevando a la práctica.
En el Evangelio de Juan tenemos esta historia de Jesucristo:
“Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él”.
Juan 2:1-11 RV60
En esta gran enseñanza encontramos como mínimo estos puntos:
1- el tercer día como símbolo de un nuevo nacimiento o tiempo: en el tercer día de la creación Dios puso orden para luego llenarla, Jesucristo resucitó al tercer día inaugurando un nuevo pacto, pero al tercer día fue invitado a ir a una boda donde demostrará un nuevo comienzo.
2- las circunstancias cambiarán, Dios nunca te dejará en vergüenza: el que falte el vino en una boda es todo un escándalo para los novios, de aquí también rescato la celebre frase de Maria “Hagan lo que mi Hijo les diga”, sin querer ofender pero si aclarar, ¿Por qué no hizo ella el milagro?
Pero esta misma frase es la clave para que se nos active el entendimiento, pues solo la obediencia al Hijo de Dios nos da acceso al Cielo y a todo lo que Dios tiene previsto para nosotros.
No será por lo bueno que tú eres, ni por lo bien que te portes, se trata de obediencia, la cual activa la fe y así vivirás el Reino de los Cielos aquí en la tierra.
Permitan que aclare esta situación, las vasijas que escogió Jesucristo para poner el agua eran las tinajas donde se lavan los pies los judios antes de entrar al templo para purificarse, ósea la palangana o alberca de los píes… tenemos unos siervos que no entienden nada y peor aún, un Rabí les dice que donde se lavan los píes los demás después de caminar por medio de toda la porqueriza del camino, las llenen de agua para hacer vino; vamos a ver ¿En serio? Tuvieron que haber pensado estos últimos. Pero ellos obedecieron.
3- Jesucristo trajo vino, el cambio el agua por aquello que simboliza alegría y avivamiento en los hombres, las seis tinajas representan la religiosidad, el agua de la limpieza era todo lo que el hombre procuró hacer por agradar a Dios, pero tiene que ser dentro de una boda, pues él anhela este tipo de relación con nosotros.
Es por eso que dentro de nuestro estilo de vida tenemos que aprender a dejar morir, en este caso nuestra mentalidad natural que sea la Mente de Cristo que ya está operando en nosotros, se active.
Jesucristo dijo:
Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.
Marcos 2:22 RV60
Si queremos recibir el vino nuevo del Espíritu Santo, debemos de ser esos obres nuevos (Mente de Cristo) para ser buenos contenedores de su poder y así no perder nada de lo que él nos da.
Recordemos Dios no deja en vergüenza a nadie, tenemos que obedecerlo en todo lo que él nos pida y ser obedientes, disfrutemos del vino del Espíritu Santo para ser eso obres nuevos portadores de la vida Cristo y así darles el testimonio que él vive en nosotros.
En esta enseñanza, espero que te motives a querer cambiar de mentalidad y vivir lo el máximo poder de Dios en ti. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:
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