10 de abril de 2019

LA RAÍZ DE TODO








LA RAÍZ DE TODO





En alguna ocasión volteo a mirar mis manos, las cuales me recuerdan varias circunstancias; una de ellas, mirar las manos de mi papá reflejadas en mí, otra es saber que con ellas puedo bendecir o maldecir dependiendo de mi aptitud  y de mis actos, pero cuando detallo más cada uno de mis dedos tengo que recordar las pequeñas heridas que tengo, más en mi mano derecha y en el anular, índice y el gordo. Estas cicatrices me traen a la memoria una de las grandes batallas que soporte como niño y joven, luchando contra el Bullying, apatía, inseguridad, temores y miedos, todo provocado por unas terribles verrugas, y en algunos de mis dedos cubrían un alto porcentaje de su superficie.

Mis papás en parte supieron demostrar su apoyo ante lo anteriormente mencionado, tratando de hacer todo lo posible por hacerme sentir bien, protegido ante el acoso y despreció aún de mi propia familia. En cierta ocasión, recién nacido un primo, una tía muy querida al ver que yo estaba acariciando al bebe, inmediatamente me aparto de él, lavándole la cara y quizás así evitar que al primo no le contagiará mis verrugas, recuerdo como mis papás inmediatamente hablaron con ella, explicando que esta condición era debido por unas bajas defensas mías y recuerdo como al momento nos retiramos de aquella reunión. Ellos hicieron, una vez más, todo lo que pudieron para ayudarme, desde hacer los remedios caseros (algunos que eran más actos como de brujería, no lo voy a negar) como asistir a un especialista que después de mandarme un fuerte tratamiento de antibióticos cauterizó con nitrógeno liquido cada una de ellas. Desde luego todas las oraciones y clamores que hicimos delante de Dios para que me sanara.  

Pero lo que ellos no pudieron lograr evitar en mí, es que aquel acoso, Bullying, se quedará grabado provocando en mí  “timidez e inseguridad”, sumado a otras circunstancias me convertí en un ser introvertido. Hoy después de tantos años me río aun del apodo que me pusieron y desde luego que ofendía mi alma “Ponchito el verrugoso”, mi hermano no desaprovechaba cada ocasión para decírmelo (jajaja, fresco mijo).

Mis manos, reflejan las manos de Bernardo y heridas 


Cuando conozco a Jesucristo como mí salvador, me mencionan lo enseñan que algunos hechos nos atan y condicionan nuestra vida, por lo tanto me invitaban a una ministración masiva  de sanidad interior, recuerdo como el Espíritu Santo, todo ese dolor y esa raíz de amargura provocada por tantas circunstancias habían logrado su objetivo disminuyendo mi carácter menguando el verdadero Alfonso que Dios tenía preparado para hablarle a las naciones, por eso el Apóstol Pablo dice:

“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;”
Hebreos 12:15 RVR1960

El adversario es experto en estorbar, interrumpir, dañar los planes de Dios en cada uno de nosotros, por eso Jesucristo declaró “Él solo viene para matar, robar y destruir”,  pues vivir con una raíz de amargura nos puede separar del “Propósito, destino y sueño” de Dios en nosotros, al robarnos esa paz en la que deberíamos de vivir, aquella que nos prometió Jesucristo.

Los errores, pecados y malas decisiones que cada uno de nosotros cometemos, nos separan lamentablemente de Dios si no nos arrepentimos, acercándonos todos los días a cenar con él y ponernos a cuentas con nuestro Creador, asumiendo la misericordia y gracia que nos tiene.
El Salmista dijo:

“Los ídolos de las naciones son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, y no hablan; Tienen ojos, y no ven; Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y todos los que en ellos confían.”
Salmos 135:15-18 RVR1960



Yo convertí toda esta raíz de amargura en mi ídolo, no era una estatua de madera o de yeso, pero le hice un pedestal tremendo en mí corazón, ósea deposite mi fe en esto. Recomiendo leer el estudio “La fe en Dios, primera entrega” https://www.agopla.com/2019/03/. En ella procuro enseñar que tengo fe, para creer en Dios, o bien debo de tener fe en todo aquello que me afecta para que logre modificar el estilo de vida que Dios dispuso para mí. Entonces se cumple la palabra del Salmista al decir que al final me convierto en aquello que confió, una vez más confié más en la raíz de amargura provocada por el rechazo y Bullying que en el amor, gracia y misericordia dada por Dios.

Así que hoy te propongo te presentes delante de Dios con todas tus cargas para ser liberado de ellas, pidiéndole a Dios te sane de toda raíz de amargura que pueda estar en ti, causada por lo que sea, perdones a quienes fueron instrumentos en ella y puedas vivir la paz, tranquilidad, amor, y que vivas la fe que Dios tiene diseñada para ti, pues por esto murió Cristo en la Cruz del Calvario, para darte esta libertad.

En este pequeño ensayo, pretendo llegar a mostrarte que hay raíces dentro de ti que pueden llegar a separarte del propósito, destino y sueño de Dios para tu vida. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:

LA RAÍZ DE TODO


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Dios te bendiga y traiga revelación a tu vida de la Mentalidad de Cristo que ya está en ti


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