¡ESQUIZOFRENIA ECLESIÁSTICA!

¡ESQUIZOFRENIA ECLESIÁSTICA!

Todos los que hemos llegado a los píes de Cristo, lo hemos hecho luego de  vivir  una catarsis en la cual definimos que después de este problema o circunstancia es momento de acercarnos a Dios y conocer su verdad, por lo tanto podemos escuchar la voz del predicador, del evangelista o bien del pastor diciendo acerca de la gracia de  Dios y como  nos la extiende para perdonar nuestros pecados, también nos hablan sobre la misericordia, y  del amor que desde siempre Dios nos ha tenido, enseñándonos que las consecuencias del pecado en nuestras vidas, han producido que  nos vemos apartados de él, pero que Jesucristo pagó el precio de nuestro error y  no tenemos nada pendiente delante de  Dios, por lo tanto es hora comenzar  a vivir la nueva vida que él ha dispuesto para nosotros. Yo mismo he enseñado y transmitido esto y hasta aquí todo es correcto, bueno y bíblico. Pero, ¿Qué pasa después de entregar tu vida a Cristo? ¿Cuál es el siguiente peldaño que debes de subir?

Así es como observamos a las personas de nuestro alrededor como sirven dentro de la congregación, que sí tocan un instrumento y tú piensas ¿Yo también toco la guitarra, qué tengo que hacer para participar?, incluso habrá quién cante bonito y se cuestione ¿Podré cantar en el coro, con quién tengo que hablar? Sabes que la congregación tiene una furgoneta aparcada para el servicio y no hay quién la conduzca y reflexionas: ¿Con quién tengo que hablar para ofrecerme a conducirla?

La palabra de Dios por a través de los libros de los Hechos y las cartas a Timoteo nos dan una seria de “Expectativas” que deberían de cumplir aquellos que  desean dedicar su vida al servicio congregacional, y solo quiero traerte este ejemplo:

“No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra”.

Hechos 6:2-4 RV60

El problema surge cuando el hombre tratando de agradar a Dios crea una serie de normas, leyes o legislaciones tan absurdas que bajo esas perspectivas el poder servir esta limitado por unos cuantos, leyes que se asumen al intentar vivir de X o Y manera nos acercamos a la santidad, sin importarles la Justificación dada por Jesucristo y muy bien explicada por el Apóstol Pablo en la carta dada la Iglesia de Roma. En varios capítulos él trata este tema pero hace un especial hincapié en el siete, te recomiendo que lo leas entero, yo solo expondré estos:

“Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra. Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte”.

Romanos 7:6, 8-11 RV60

Aquí les dejo una pequeña reseña de algunos versículos, les sugiero que lean lo siguiente con su Biblia abierta para entender mis explicaciones a cada versículo:

V6 Al hacernos libres de la ley dejamos la antigüedad de las letras para vivir lo nuevo del Espíritu Santo, él solo nos da cosas nuevas cuando nos renovamos y dejamos la ley.

V7 La ley nos sirve para reconocer nuestras faltas y errores.

V8-11 Sí vivimos sin la ley pero siendo conscientes de la necesidad de tener la gracia de Dios, entonces podemos decir que vivimos. Pero al pretender vivir conforme a la ley, inmediatamente morimos pues revivimos el pecado en nosotros, quizás es por eso que hay tantas  personas con una  esquizofrenia tanto física como espiritual llevando en el ámbito de las iglesias inclusive,  pues han  recibido el mensaje de la salvación por la gracia, pero al intentar entrar en el servicio congregacional se encuentran con tantos paradigmas y normativas, que solo algunos pueden cumplir.

V12-14 Una vez más, el hombre corrompe lo que Dios dio, pues la ley la otorgó Dios, por lo tanto es Santa, Justa y Buena, pues la ley me enseña: ¿Qué es lo que estoy fallando? para corregirme, no para hacer leyes que son imposibles de seguir como pretenden algunos.

V15-20 He aquí la explicación de la dicotomía y mono cromatismo de la religiosidad impuesta de la ley en su amplio espectro; por un lado tenemos la cantidad de leyes impuestas por los hombres para poder llegar a Dios, la cual nos hace realizar cosas y actos impuestos que no deseamos, pero quizás todos estos requerimientos  pueden violar mi moral haciéndome pecar o llevándome a un nivel de no aceptación personal por buscar la aceptación de otros.

V21-25 Todo esto es una locura mental, porque al estar buscando lo bueno e internar agradar a Dios me encuentro con la ley de los hombres y resulta que estoy pecando y así voy en contra de lo que Dios quiere de mí y para todo mí entorno, tanto en el cuerpo de la Iglesia como a nivel personal por eso la exclamación Apostólica ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de esta locura? Y el único es Jesucristo y vivir la mente de Cristo que ya está operado en mí.

Para ir terminando he aquí la explicación de esquizofrenia:

La esquizofrenia:  enfermedad mental,  actúa afectando  algunas funciones cerebrales y distorsionando el pensamiento, la percepción, las emociones y la conducta.

Pero recordemos realmente cual es nuestra única meta y a quién verdaderamente debemos seguir e imitar:

“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.

Hebreos 12:2 RV60

En esta enseñanza, pretendo enseñar acerca de la gracia y Justificación que tenemos en Jesucristo y así vivir libre de ataduras impuestas por los hombres. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:

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