¡LA IGLESIA, QUE PERSEVERA!
¿En qué consiste la extensión del Reino de Dios?
Hace poco tuve la oportunidad de ayudar a unas personas recién llegadas por así decirlo al Evangelio de Cristo, estás me preguntaron de manera ingenua pero sincera: ¿Cómo hacemos para leer la Biblia? Y mí respuesta fue muy sencilla, comienza por leer el libro de los Hechos y luego cuando lo termines, continúa con el libro de Lucas, le di la explicación del porque consideraba así la necesidad de comenzar a estudiar la Palabra de Dios; Lucas quién fue el médico personal del Apóstol Pablo, tuvo el encargo por parte de él de investigar todos los hechos ocurridos desde el mismo comienzo del ministerio de Jesucristo, para que de manera ordenada quedará un registro escrito y Lucas, y así hizo caso a su “Mentor” y obedeció sus deseos, explicando magistralmente los hechos de los Apóstoles y de Jesucristo, con lujo de detalles que quizás los otros escritores omitieron.
El libro de los hechos, por varios motivos nunca me deja de sorprender, y estos son dos motivos que logran conmover mí sentir:
1- Al finalizar en el capítulo veintiocho y en los últimos tres versículos encontramos un libro sin una conclusión final, es decir siempre he considerado que Hechos del Espíritu Santo con los primeros Apóstoles no se ha terminado, sino que continúa abierto para que seamos cada uno de nosotros los que perpetuemos la obra del Espíritu Santo, en medio de las naciones a través de las Iglesias.
2- El segundo hecho que puedo llegar a recalcar es que el obrar del Espíritu Santo es a través de seres humanos, pues muchas de las personas nuevas en las congregaciones llegan a considerar que es imposible hacer las obras que Jesucristo hizo, pero cuando analizamos y reflexionamos que fue un hombre como Pedro, Pablo, Marcos, Esteban, Felipe y otros, los que hicieron mayores milagros que los realizados por Jesucristo como el mismo declaró, los argumentos y murallas se caen, pues no pueden seguir aguantando al ver que personas llenas de pasiones y deseos naturales como ellos como tú y yo, pero santificados por la acción del Espíritu Santo, entonces se animan, para ir a predicar y manifestar el poder de Cristo que ya está en ellos.
“Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.”
Juan 14:12 NVI
El Libro de los Hechos nos cuenta como fueron los inicios de la Iglesia, es decir “La iglesia primitiva” ya que era una “La iglesia que persevera”, veamos pues estos versos:
“Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas. Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno. No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.”
Hechos 2:41-47 NVI
¡Cómo deseo poder vivir una iglesia así como esta! Pero después nos atrevemos a preguntarle a Dios: ¿Padre nuestro por qué no vivimos un avivamiento?.
La Iglesia de los Hechos, “La iglesia que persevera” se caracterizaba por muchas cosas, entre ellas podemos ver el discipulado apostólico de ellos a través de las enseñanzas dadas por ellos, transmitiendo una sana y correcta doctrina, presentado a Cristo y a este resucitado, pero también trayendo el Cielo a la Tierra tal como el Maestro les estuvo enseñando durante los tres años anteriores:
“Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles”
También podemos analizar que no solo le importaba la cantidad de personas sino la calidad de ellas, para poder brindarles todo lo que fuera necesario para ellos, se encargaron de darles comida, provisión y cubrir sus necesidades por medio de las oraciones:
“en el partimiento del pan y en la oración”
Yo he podido compartir en diferentes congregaciones y ser líder en algunas de ellas, he vivido los hechos sobre naturales del Santo Espíritu y ver el asombro y expectación que causan las manifestaciones de él, pero cada vez que se terminaba la reunión se vivía el refrán: “Calabaza, calabaza, cada cual para su casa”. En muchos momentos de dificultad, tanto la congregación, como parte de los pastores y algunos amigos, me han ido a recoger para hacernos una compra, de manera eventual y por ello les honro y les recuerdo con este comentario, pero los problemas seguían siendo míos (y tenía que seguir siendo así para poder madurar), pero “La iglesia que persevera” la primitiva de los Hechos, vendían todo lo que tenían para tener las cosas ¡en común!… hoy tendremos que hacer una lectura espiritual a lo que significa e implica tener las cosas en común, porque pocas congregaciones he vivido como lo ocurrido en la Iglesia de Hechos.
En cierta ocasión, en El Centro Cristiano Esperanza donde me formé, tuvimos la oportunidad de hacer una actividad evangelista llamada “Fiesta urbana extrema” FUEX, en ella nos dedicaríamos una tarde de presentar en el Polideportivo de la ciudad el Evangelio, por medio de enseñar que se puede divertir sanamente, ser cristianos y vivir la vida de manera extrema. Recuerdo como familias enteras, ofrendaron objetos de valor como ordenadores, laptops, cámaras fotográficas, carros, anillos de alianzas matrimoniales, dinero (nosotros fuimos uno de estos) etc, para poder cumplir con los gastos correspondientes a esta actividad, pero aún día se sigue haciendo de la misma maneara recolectando fondos económicos para realizar año tras año “La mega fiesta de los niños”, esto es lo que hoy comprendo que podemos tener las cosas en común.
“Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno”.
La iglesia de los Hechos, siempre fue fiel a reunirse, me refiero en aquella época, los religiosos del momento comenzaron a perseguir a los del Camino, es decir a los cristianos, también esta persecución la realizó Poncio Pilato, para aniquilar cualquier intento de insurrección por parte del pueblo Hebreo, pues ellos eran reconocidos por su dificultad administrativa de ser dominados. Pero ellos entendieron que debían de congregarse, asistir al templo para recibir de los Apóstoles y así llevar a sus casas todo lo aprendido en la iglesia, ya que allí podían estar seguros y afirmar sus creencias cristianas, de esta manera sería el transmitir a los suyos todo lo aprendido:
“No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo”.
Por último deseo quedarme con una pregunta de reflexión que hice anteriormente: ¿Padre nuestro por qué no vivimos un avivamiento?. La iglesia que persevera tiene propósito, destino y el sueño de Dios sobre cada uno de sus miembros, creciendo en calidad y cantidad de personas, siendo un referente en su barrio, en su ciudad y en toda la nación.
La historia registra que el Emperador Romano Constantino, tenía un tremendo problema entre el pueblo, pues más de la mitad de sus súbditos y gobernantes eran cristianos y comenzaban a “rivalizar” con la otra mitad y por eso solo se le ocurrió unificar las creencias en una sola y de allí surgió la iglesia Católica que hoy conocemos.
Entonces, ¿Realmente entendemos lo que consiste la extensión del Reino de Dios? volvamos al modelo original, una Iglesia que persevera, en todos los aspectos necesarios para ser la representante de Dios aquí en la tierra, pues una iglesia que no está propagando enérgicamente la verdad, no siendo de testimonio y buscando a los perdidos no es digna de ser llamada “La novia del Cordero”.
En esta enseñanza, deseo enseñar acerca de la Iglesia primitiva que perseveraba y logró ser un referente para toda una sociedad. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:
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Dios te bendiga y traiga revelación a tu vida de la Mentalidad de Cristo que ya está en ti
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