EL PODER QUE TIENE UNA BUENA IMAGEN
Cuando era niño y joven es decir entre 1986-2000 casi no estaba disponible la tecnología de la manera que hoy está presente en nosotros.
Es más, yo era el mando a distancia de mi casa, mi primer teléfono celular cuando tuve 18 años con un Motorola del tamaño físico de un ladrillo. En el televisor de mi casa solo se sintonizaban dos o tres canales y a partir de las 12 del medio día. Nada que ver con lo que tenemos hoy, tanto en la tecnología como en cuanto a los canales que podemos tener en casa.
En estos días tuve la oportunidad de leer un post en el Facebook dice así, claro está con mis propias modificaciones:
Como quieres que me porté bien, si cuando yo era niño veía en la televisión que:
1- Tarzán andaba sin ropa.
2- la Cenicienta llegaba a casa a media noche.
3- Pinocho hablaba mentiras.
4- Batman conducía imprudentemente a toda velocidad sin importarles las señales de tráfico.
5- Caperucita no le hacía nada de caso a la mama.
6- Blanca Nieves vivía con 7 hombres.
7- Popeye metía hierba todo el día y para resolver los problemas.
Pero para concluir la situación, todos ellos vivieron felices y comieron perdices.
Lamentablemente este panorama fue para los que nos criamos en la década de los años 80, pero en realidad es exactamente igual a lo que pasa con la televisión actual: Dos hombre y Medio, Big Bang Theority, Modern Family, entre otras series norteamericanas que podemos observar en la televisión internacional, en la programación española tenemos: Aquí no hay quien viva, Aída, La que se Avecina... En fin, todo un lujo de detalles en estos programas televisivos que están levantando esta sociedad y colocando los valores a cada uno de los jóvenes que se crían es por medio de la pantalla chica sin mayor control de los padres y desde luego con el mayor descuido por parte de un ente público que controle los contenidos de los mismos, sin importar la franja horaria en el que se emiten, la lista es casi interminable y porque solo puedo poner los ejemplos de Colombia y de España pero cada cual saque sus propias conclusiones y deduzca, conforme al país donde lo estés llevando, como Argentina, Nicaragua, Estados Unidos, Emiratos Árabes, México, Ucrania, Canadá, Alemania, Francia entre otros países en los cuales hay diferentes culturas y que suelen leer estos estudios (si no mencione tu país, igualmente puedes hacer la comparación con lo que estás viendo)
Las imágenes que captan nuestra mente crean las motivaciones para nuestro comportamiento, llegando a vivir de acuerdo con las imágenes que formamos en nosotros mismos.
Para darte un ejemplo y testimonio te puedo decir o hablar de las telenovelas, tanto las Venezolanas, Colombianas o Mexicanas, yo las observé durante muchos años en mi época de juventud y que lo único que me hicieron fue crearme un mundo de fantasía, y fue tan real que por un momento llegué a considerar que mi matrimonio debía de ser tal cual, es decir, una lucha de poder sobre mi esposa y que tenía que aprender que las desilusiones amorosas se olvidan con otro amor, pues ¡la indiferencia puede más que el olvido! Esto es algo que suelo hablar mucho con mi hija Daniela y que constantemente le recuerdo que yo encarne este mal ejemplo en mi vida, incluso le dicho que hasta llegué a considerar las letras de las canciones y que estás eran lo que yo necesitaba para poder hacer mi realidad mi vida (hago referencia al escuchar música de despecho).
En esta perversión, ya sea ilustrada o estampada, llega a nuestra mente joven y en vez de hacer una imagen de la hombría sacerdotal, causa entre otras resentimientos, escarnios, anarquías y burlas.
“¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!”
Isaías 5:20 LBLA
La tendencia familiar ha sido modificadas desde que surgió el televisor, o sea es pasar mucho tiempo delante de él, descuidando los factores que realmente deben de importar en la familia, tales como presentar valores, enseñar la Palabra de Dios, tiempo de Oración en Familia, etc.
Lo más tenaz, pretendemos luego que nuestros hijos los cuales han visto la imagen de un padre borracho, cuando ha fallado sus hijos lo tratan mal y lo menos precian, con una hija que niega la existencia de Dios y ve sin ningún problema tratar las otras religiones como expresiones normales de búsqueda de la verdad, por último una madre sumisa, que tiene que aceptar todo lo que entra en la casa, pacificadora y contenedora de la misma, muchas veces teniendo que recurrir a la separación para hacer entender a su gente que es momento de reaccionar, me refiero a los Simpons, el arquetipo de familia que durante más de 20 temporadas ha estado acompañando nuestro tiempo de comidas, evidentemente me incluyo...Pero, ¿Cómo queremos que nuestros hijos no actúen como Bart o Lisa sí es lo que les hemos enseñado? O ¿Cómo pretendemos que nos respeten, si Homer ni se respeta así mismo?
Tenemos lamentablemente la imagen de hombría distorsionada desde el Huerto del Edén, con la caída del hombre, pero que cuando Cristo redime al hombre le devuelve la identidad inicial de hombre y él enseña a vivir conforme a ese propósito divino de identificarnos como la esencia misma de Dios aquí en la tierra.
“Él hará que los padres se reconcilien con sus hijos y vivan en paz. Pero si no se reconcilian, yo vendré y destruiré la tierra”
Malaquías 4:6 TLA
“Cantaré de tu amor y de tu justicia, oh SEÑOR; te alabaré con canciones. Tendré cuidado de llevar una vida intachable, ¿cuándo vendrás a ayudarme? Viviré con integridad en mi propio hogar. Me negaré a mirar cualquier cosa vil o vulgar. Detesto a los que actúan de manera deshonesta; no tendré nada que ver con ellos. Rechazaré las ideas perversas y me mantendré alejado de toda clase de mal. No toleraré a los que calumnian a sus vecinos; no soportaré la presunción ni el orgullo. Buscaré a personas fieles para que sean mis compañeros; solo a los que sean irreprochables se les permitirá servirme. No permitiré que los engañadores sirvan en mi casa, y los mentirosos no permanecerán en mi presencia. Mi tarea diaria será descubrir a los perversos y liberar de sus garras a la ciudad del SEÑOR.”
Salmos 101:1-8 NTV
David, un hombre a pesar de él, vivió según el corazón de Dios, y que cometió unos cuantos pecados, fue considerado un hombre integro. Él estudió el reflejo de todo lo que pasó en el Paraíso y procuro aunque no lo logró vivir de manera adecuada. Dios le entregó a Adán tres funciones: guiar, guardar y gobernar. Dios no nos ha quitado esas funciones y debemos desarrollarlas en la familia y en la sociedad.
Pero si queremos obtener un fracaso rotundo, es fácil sumemos “Papá televisión, más papá ausente y tendremos: una mala imagen para seguir educando y enseñando a nuestros hijos”.
Papá Ausente es aquel va a trabajar, vuelve a casa, se sienta frente al televisor, fuerza a las esposa y a los hijos a hacer las funciones y responsabilidades que a él le corresponden.
Consideremos, ¿Realmente este el modelo de familia sacerdotal que ganará para Cristo las nuevas generaciones?
¿Acaso Jesucristo derramó Su sangre para que no vivas el sacerdocio que él nos enseñó?
¿Vas a esperar una hecatombe para hacer catarsis y aceptar el estilo de vida que Dios quiere para tu vida?
En esta enseñanza hablaré de la hombría como un estado sacerdotal en desuso que tenemos que recuperar tanto los hombres como las mujeres dando un ejemplo a nuestra familia de modelo de vida cristiano. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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