EL AMOR Y GRACIA
En estas 2, están contenidas toda la verdad.
Durante muchos años, he podido recibir la palabra de Dios, a partir de muchas formas. Predicaciones, lecciones, congresos, retiros, libros, exhortaciones, además un largo etc…Igualmente todas las personas que han estado a mí alrededor las han podido recibir, ser ministradas. Jesucristo mismo nos ungió y empoderó con su mayor Don, el Espíritu Santo. Si tuviera que hacer un recuento aproximado de cuantas personas he podido compartir a nivel congregacional, me quedaría corto al decir “miles de miles”. Pero sí hubieras actuado durante estos años con estas dos virtudes de Cristo, es decir “el amor y la gracia”, en estos momentos no se estaría hablando de la necesidad tan tremenda que tiene la sociedad hoy de Dios.
En un estudio anterior titulado: “El problema de la tierra, la Iglesia” la cual puedes leer siguiendo este enlace:
En ella hablé sobre la urgente necesidad de movilizarnos y actuar con el propósito con el cual Dios la creó. Por eso al volver hablar acerca del amor y de la gracia, no me queda más que intentar nuevamente con dulces y tiernas palabras, tratar de llegar a tú corazón y así procurar que entiendas, la gran necesidad de manifestar el Evangelio de Cristo, aferrándote a las escrituras y demostrando que Jesucristo resucitó y está vivo en ti.
¿Por qué aferrarte a las escrituras?
En ella, podrás leer lo que vivieron 3 discípulos de Cristo, es decir, Mateo, Marcos y Juan, pero conocerás los datos perfectamente recopilados de Pablo y que, Lucas, en su faceta de científica supo poner en orden, para que podamos tomar los 4 evangelios y entender todo lo que Jesucristo hizo, en vida, los hechos de su sacrificio y como resucitó para darnos la vida eterna.
Por eso es muy importante entender que, a Jesucristo la gente creyó en él, porque los amó y llevó la gracia a su máxima expresión para acercar a los indeseables de la sociedad y hacerse uno con ellos:
“«El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me eligió y me envió para dar buenas noticias a los pobres, para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos, para rescatar a los que son maltratados y para anunciar a todos que: “¡Este es el tiempo que Dios eligió para darnos salvación!”»”
Lucas 4:18-19 TLA
Cuando analizamos y obtenemos por revelación las palabras aquí descritas vemos que Cristo, vino exactamente a tratar con aquellos repudiados por la sociedad, marginados y proscritos. Lo hizo tanto con aquellos que físicamente cumplían con esta descripción pero también con aquellos espiritualmente que más lo necesitaban.
Por eso si tomamos el Evangelio de Lucas, encontraremos diferentes historias que nos acercarán a ver el amor y la gracia en acción:
“Jesús salió de la sinagoga y fue a la casa de Simón. Cuando entró en la casa, le contaron que la suegra de Simón estaba enferma, y que tenía mucha fiebre. Jesús fue a verla, y ordenó que la fiebre se le quitara. La fiebre se le quitó, y la suegra de Simón se levantó y les dio de comer a los que estaban en la casa. Al anochecer, la gente le llevó a Jesús muchas personas con diferentes enfermedades. Jesús puso sus manos sobre los enfermos, y los sanó. Los demonios que salían de la gente gritaban: —¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero Jesús reprendía a los demonios y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que él era el Mesías.”
Lucas 4:38-41 TLA
Jesucristo sanó a la suegra de Pedro, a muchas personas con diferentes enfermedades. Jesucristo puso sus manos sobre los enfermos, y los sanó. Los demonios salían de la gente.
“Un día, Jesús estaba en un pueblo. De pronto llegó un hombre que estaba enfermo de lepra, se inclinó delante de Jesús hasta tocar el suelo con la frente, y le suplicó: —Señor, yo sé que tú puedes sanarme. ¿Quieres hacerlo? Jesús extendió la mano, tocó al enfermo y le dijo: —¡Sí quiero! ¡Queda sano! De inmediato, el hombre quedó completamente sano.”
Lucas 5:12-13 TLA
“Pues voy a demostrarles que yo, el Hijo del hombre, tengo autoridad aquí en la tierra para perdonar pecados.» Entonces le dijo al hombre que no podía caminar: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.» En ese mismo instante, y ante la mirada de todos, el hombre se levantó, tomó la camilla y se fue a su casa alabando a Dios.”
Lucas 5:24-25 TLA
“Después de esto, Jesús se fue de aquel lugar. En el camino vio a un hombre llamado Mateo, que estaba cobrando impuestos para el gobierno de Roma. Jesús le dijo: «Sígueme».”
Lucas 5:27 TLA
Sanó a un leproso (indeseable y pecador según la Ley de Moisés), perdonó a uno sus pecados y fue sanó y por último, trató con otro marginado de la sociedad por ser recaudador de impuesto y lo elevó a la categoría de Apóstol.
Estos son breves versículos de los 24 capítulos que tienen Lucas, pero tienes los otros Evangelios para deleitarte en el amor y la gracia de Cristo, manifestada para la sociedad, logrando ser de ejemplo hoy para nosotros.
Por eso me sorprende mucho, pero con una gran expectación las palabras de Juan que dice:
“Jesús hizo muchas otras cosas, tantas que, si se escribiera cada una de ellas, creo que no cabrían en el mundo todos los libros que serían escritos.”
Juan 21:25 TLA
¿Manifiestas el amor y la gracia de Cristo?
¿Eres ese puente de amor hacía Dios que la sociedad tanto necesita?
¿Aún está tú mente atada a una mente natural?
Comparte este post, permite que otros se beneficien de la bendición de leerlo, quizás están buscando el Camino y esta sea la forma de encontrarlo a él. Pues #hechos29laobrainconclusa es una realidad.
En esta enseñanza hablaré acerca de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:
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