¡LA LEY DE MOISÉS, LA LEY DE LA GRACIA, LA LEY DEL AMOR ETERNO!

¡LA LEY DE MOISÉS, LA LEY DE LA GRACIA, LA LEY DEL AMOR ETERNO!

La ley del amor me compró con Su sangre.

Durante las últimas semanas he estado hablando acerca del amor, gracia, misericordia y verdad de Dios, la cual nos fue otorgada por medio de la obra redentora de Jesucristo en la Cruz del Calvario. Como siempre y en  cualquiera de los estudios, hago especial hincapié en la necesidad de entender estos términos a través de la revelación dada por el Espíritu Santo. Por lo tanto debemos de  entregarle nuestra mente natural para recibir espiritualmente, la Mente de Cristo, esta mentalidad ya está en nosotros, pero hasta que no sea revelado, no le daremos permiso al Espíritu Santo, que nos muestre, enseñe y haga vivir tal como Cristo vivió.

Cuando logramos entender en nuestro corazón, toda esta revelación, pasará  nuestro ser a vivirlo en la fe, por lo tanto estaremos soportados en toda la verdad dicha por Jesús, cuando estuvo viviendo su ministerio terrenal, toda está información esta escrita en los 3 Evangelios de aquellos que fueron discípulos directos de Jesucristo, es decir, Mateo, Marcos y Juan, más la visión científica y de investigación por parte de Lucas, quien fue discípulo de Pablo, quien obedeciendo, ordeno perfectamente todos los hechos ocurridos desde el mismo nacimientos de Jesús, hasta su ascenso a los cielos,  en 2 tratados: Hechos de los Apóstoles y el Evangelio de Lucas.

He tenido conversaciones y diversas consejerías para abordar este tema, pues existe mucha desinformación para vivir en la gracia, amor, verdad y misericordia de Cristo. Por eso considerando estás charlas deseo brevemente dar el resumen de las 3 leyes en las que vivimos. Dios no desea nuestra confusión, pero él si busca que nos acerquemos a él en espíritu y verdad, es por eso, que clamo a Dios el Padre para que te revele toda Su verdad y puedas ser libre.

La ley de Moisés: debemos de entender que la ley está aún vigente, pero de nada aprovecha al cristiano, pues Dios mismo sabe que es imposible cumplir con las 635 leyes judías, más todas las derivaciones y añadiduras que tienen estás. El encargado de interpretar estás leyes era un Rabí. Todos sabemos que Jesucristo era Rabí. La interpretación de la ley se llamaba “Yugo”. Por eso Jesucristo fue muy tajante con toda la casta política y religiosa de su época, tan es así, que él mismo dijo:

“»Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar. Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que Yo soy manso y humilde de corazón, y HALLARÁN DESCANSO PARA SUS ALMAS. Porque Mi yugo es fácil y Mi carga ligera».”

Mateo 11:28-30 NBL

El bello compendio de la ley de Moisés fue dada para entender todo aquello que no debían de hacer y que los pueblos de alrededor hacían para provocar la ira de Dios. ¿Acaso deseas provocar a Dios? El apóstol Pablo afirmó enérgicamente en Galatas:

“Entonces, ¿para qué fue dada la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a la cual había sido hecha la promesa, ley que fue promulgada mediante ángeles por mano de un mediador. De manera que la ley ha venido a ser nuestro guía para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por la fe.”

Gálatas 3:19, 24 NBL

Pregunto: ¿Sí la ley está aún vigente, cuál es la descendía que debe de reclamar las promesas de Abraham? Cuidado una vez más, estas aclaraciones en ningún momento son excusas para pecar, pues la gracia me acerca al corazón de aquel que pagó con Su propia vida por mis transgresiones. Si reclamamos las promesas de Abraham, vivamos pues bajo la gracia.

La ley de la Gracia: ella está vigente desde el mismo momento de la muerte de Jesucristo, ratificada desde los cielos por el Padre Celestial al levantarlo de los muertos y sentarlo a Su derecha para que gobierne por los Siglos de los Siglos:

“Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora los salva a ustedes, no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia, mediante la resurrección de Jesucristo, quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades.”

1 Pedro 3:21-22 NBL 

“Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.”

Hebreos 4:16 NBL

Por último, pero no por ello menos importante, La Ley del Amor Eterno: me gusta mucho entrar en el reposo del Señor y contemplarlo lleno de gloria y majestad. Cuando logro verlo en el silencio eterno, veo como Sus manos de amor escribe mi nombre en el libro de la vida. Luego puedo contemplar cada detalle de mi infancia y como me protegió desde el vientre de mi mamá, me sorprende mucho y con admiración descubro en cada detalle de mi vida, ese vallado de protección que tienes en mí. Para cumplir todos estos detalles te despojaste de tu divinidad y te entregaste en una Cruz para pagar por mí. Y todo para cumplir con la ley del amor eterno:

“Ustedes han llegado a la congregación de los primogénitos de Dios, cuyos nombres están escritos en el cielo. Ustedes han llegado a Dios mismo, quien es el juez sobre todas las cosas. Ustedes han llegado a los espíritus de los justos, que están en el cielo y que ya han sido perfeccionados.”

Hebreos 12:23 NTV

“Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre.”

Salmos 139:13 NTV

“Cuídame como cuidarías tus propios ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas. Protégeme de los perversos que me atacan, del enemigo mortal que me rodea.”

Salmos 17:8-9 NTV

“siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es!”

Job 1:10 NTV

“el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres.”

Filipenses 2:6-7 NBL

“quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.”

Tito 2:14 RVR1960

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

S. Juan 3:16 RVR1960

Por eso me aclaran mucho las palabras del Apóstol Pablo que dijo:

“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.”

Romanos 8:29-30 RVR1960

¿Vives bajo la ley de Moisés?

¿Demuestras la ley de la gracia?

¿Conoces profundamente la ley del amor eterno?

Comparte este post, permite que otros se beneficien de la bendición de leerlo, quizás están buscando el Camino y esta sea la forma de encontrarlo a él. Pues #hechos29laobrainconclusa es una realidad.

En esta enseñanza hablaré acerca  de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:

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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti