LA PODEROSA INTERCESIÓN.
La empatía, me lleva a interceder por ti.
En días anteriores hemos estado siguiendo el hilo conductor que nos llevará al entendimiento acerca de tener un estilo de vida en oración 24/7, tanto como Cristo nos lo modeló y enseñó. Hoy veremos el aspecto de aprender a interceder.
¿Qué es, por lo tanto interceder? Según he copiado de un link de Google interceder es:
Hablar ante alguien en favor de otra persona para conseguirle un bien o librarla de un mal. Y tiene como sinónimo mediar entre dos personas.
Osea, es llevar la oración a favor de otra persona delante de Dios. Así que:
- Intercedes por tu espos@.
- Intercedes por tu ciudad.
- Intercedes por tus compañeros de trabajo.
- Intercedes por los miembros de la Iglesia.
- Intercedes por el favor delante de Dios de todos tus familiares.
- Intercedes por la sanidad y liberación de aquellos a los que Dios te puso a ministrar.
- intercedes por la restauración y redención de tu matrimonio.
Es decir, toda oración bondadosa que es guiada por el Santo Espíritu a favor de otros para que Dios responda esta oración.
Sabemos que el Espíritu de Dios intercede por nosotros:
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”
Romanos 8:26 RVR1960
Por lo tanto, debemos de mantenernos llenos del Santo Espíritu para que él mismo nos guíe en lo que debemos de orar y actuar en los momentos difíciles tal como le sucedió a la Reina Ester:
“Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por la ciudad clamando con grande y amargo clamor. Y vino hasta delante de la puerta del rey; pues no era lícito pasar adentro de la puerta del rey con vestido de cilicio. Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos. Y vinieron las doncellas de Ester, y sus eunucos, y se lo dijeron. Entonces la reina tuvo gran dolor, y envió vestidos para hacer vestir a Mardoqueo, y hacerle quitar el cilicio; mas él no los aceptó. Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos del rey, que él había puesto al servicio de ella, y lo mandó a Mardoqueo, con orden de saber qué sucedía, y por qué estaba así. Salió, pues, Haca a ver a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad, que estaba delante de la puerta del rey. Y Mardoqueo le declaró todo lo que le había acontecido, y le dio noticia de la plata que Amán había dicho que pesaría para los tesoros del rey a cambio de la destrucción de los judíos. Le dio también la copia del decreto que había sido dado en Susa para que fuesen destruidos, a fin de que la mostrase a Ester y se lo declarase, y le encargara que fuese ante el rey a suplicarle y a interceder delante de él por su pueblo. Vino Hatac y contó a Ester las palabras de Mardoqueo. Entonces Ester dijo a Hatac que le dijese a Mardoqueo: Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey, saben que cualquier hombre o mujer que entra en el patio interior para ver al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha de morir; salvo aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cual vivirá; y yo no he sido llamada para ver al rey estos treinta días. Y dijeron a Mardoqueo las palabras de Ester. Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino? Y Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo: Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca. Entonces Mardoqueo fue, e hizo conforme a todo lo que le mandó Ester”
Ester 4:1-17 RVR1960
Está es, parte de la historia del pueblo de Israel, donde una vez más tratan de exterminarlos, es decir, no es la primera vez que ocurre un holocausto israelí mundial, ¿Acaso será gratuito que al pueblo de Dios se le trate de aniquilar o desaparecer del planeta? Aquí podemos ver, donde un solo dirigente trata por todos los medios de llevar a cabo este plan, ofreciendo el pago necesario al rey Asuero para desarrollarlo, logrando que todas las provincias del reino se pongan de acuerdo para ejecutarlo. Es aquí, donde un israelita se pone manos a la obra para interceder delante de Dios y delante del rey para que se detenga este perverso plan, vemos que la intercesión busca detener el plan de aniquilación de los israelitas. Cuando esta información llegó a manos de la reina Ester y, aunque ella quiera negarse, Dios utilizará otra persona para lograrlo, pero la intercesión de ella no solo movilizaría a la gente de Israel, sino también a la gente de palacio que estaba a cargo de ella.
Entonces la intercesión será un conglomerado de acciones a favor de terceros que incluye: oración, estrategia, ayuno, incluso en un caso extremo estar dispuesto a morir por conseguir ese objetivo.
Por eso, el mayor, único y poderoso intercesor que tenemos en la historia es Jesucristo.
el oró, tuvo un plan y estrategia para desarrollar y murió por rescatarnos y salvarnos. A todo el pueblo de Dios, a los hijos del Padre. A todos aquellos que creímos en su plan y tenemos la fe puesta en Jesucristo para creer todo lo que los Evangelios nos cuentan acerca de la vida y obra del Maestro. Creemos igualmente en su calvario, muerte, resurrección y, cuando fueron transcurridos 40 días, él fuese ascendido a los cielos y permanece sentado a la diestra del Padre.
¡Entonces cuando queramos colgarnos el título de intercesores, analicemos si cumplimos con estás características, anteriormente descritas!
¿Estás dispuesto a dar tú vida por los demás?
¿Estás llevando las intercesiones de tus hermanos delante de Dios?
¿Vives un cristianismo auténtico?
Comparte este post, permite que otros se beneficien de la bendición de leerlo, quizás están buscando el Camino y esta sea la forma de encontrarlo a él. Pues #hechos29laobrainconclusa es una realidad.
En esta enseñanza, hablaré acerca de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti
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