PÁSAME OTRO LADRILLO
La reconstrucción es de adentro hacía fuera.
Durante más de 4 años estuve trabajando como albañil, en España. Comencé el oficio desde ser peón de obra, hasta ser oficial de 2* categoría. No voy a confesar que me enloqueciera dicha profesión, pero saqué muchas experiencias gracias a ella y satisfacciones económicas. Aprendí a construir una casa desde la base hasta los últimos detalles de decoración. Aprendí por lo tanto que lo primero que haces es delimitar el terreno de la propiedad, luego, donde se va a levantar la casa. Tienes que hacer una cimentación estable llegando al lecho de roca; levantas muros de cargas, pilares, vigas, planchas, hasta que llegas al tejado. Este último es lo primero que terminas en la construcción de la casa, después comienzas a cerrar la casa y haces la divisiones de las habitaciones, enluces las paredes, pintas y por último pones los suelos, baños y cocina, para que entren los decoradores.
Pero cuando estás en el proceso de demolición (parte en la que me volví un experto) o reforma, las cosas cambian y tienes que hacer tu cometido con mucho más ahínco, esfuerzo y siempre pendiente de los detalles. Sobre todo cuando tienes que hacer este tipo de trabajo en apartamentos en bloques de edificios, pues no solo se trata de tu trabajo, la casa de tu cliente, sino que debes de tener mucho cuidado de no molestar a tus vecinos, pues ellos mismos pueden llegar a ser tus peores adversarios y hasta pueden hacer clausurar la obra, al presentar una denuncia por molestias e interrupción de una vida normal.
En la palabra de Dios, encontramos 2 especiales libros que nos hablan sobre la obra de reconstrucción, estos son: Esdras y Nehemías, los cuales te invito a leerlos completos, son unos cuantos capítulos, pero llenos de emoción y pericia para hacer las cosas, tanto como Dios las mandó a hacer.
El libro de Esdras, nos hablará como después de haber vivido cautivos en Babilonia, el pueblo de Dios, volverá a Jerusalén y allí comenzarán la reconstrucción del templo. Por otra parte, el libro de Nehemías nos enseñará que aunque se reconstruyó el templo, las murallas que los custodian, están totalmente caídas, quemadas, destrozadas.
¿Qué estas haciendo para comenzar la reforma de tu vida?
¿Estás levantando el altar de adoración en ti, para ofrecerte como un sacrificio vivo y agradable, delante de Dios?
Ahora, que ya estás restablecido en tu relación con Dios, es el momento de levantar las murallas exteriores que están caídas y que permiten que el adversario siga golpeándote, por eso es el momento de restaurar la confianza en Dios y en ti mismo. Es la circunstancia ideal para restaurar tu matrimonio que por culpa del alcoholismo o drogadicción, has perdido. Es la oportunidad para recuperar tus negocios y la confianza con los demás quien detrás de tantos años de ludopatía, te llevo a perder.
Pero, las cosas no serán fáciles. Habrá quién te presente resistencia y tratará de llevarte el desanimo para que desista:
Nehemías 4:1-2 RVR1960
El adversario mismo, tendrá que reconocer tu progreso y aún más furioso, procurará hacerte pecar para que dejes lo que estás haciendo, es decir, tratarás que abandones el hacer la voluntad de Dios:
“Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y Gesem el árabe, y los demás de nuestros enemigos, que yo había edificado el muro, y que no quedaba en él portillo (aunque hasta aquel tiempo no había puesto las hojas en las puertas), Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: Ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de Ono. Mas ellos habían pensado hacerme mal. Y enviaron a mí con el mismo asunto hasta cuatro veces, y yo les respondí de la misma manera. Entonces Sanbalat envió a mí su criado para decir lo mismo por quinta vez, con una carta abierta en su mano, en la cual estaba escrito: Se ha oído entre las naciones, y Gasmu lo dice, que tú y los judíos pensáis rebelaros; y que por eso edificas tú el muro, con la mira, según estas palabras, de ser tú su rey;”
Nehemías 6:1-2, 4-6 RVR1960
Así que, ten mucho cuidado porque igual que Jesucristo tuvo uno que estuvo dispuesto a venderlo, el adversario puede utilizar a uno dentro de la misma congregación para derrotarte y así no termines con lo dicho por Dios:
“Vine luego a casa de Semaías hijo de Delaía, hijo de Mehetabel, porque él estaba encerrado; el cual me dijo: Reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas del templo, porque vienen para matarte; sí, esta noche vendrán a matarte. Entonces dije: ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuera como yo, entraría al templo para salvarse la vida? No entraré. Y entendí que Dios no lo había enviado, sino que hablaba aquella profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat lo habían sobornado. Porque fue sobornado para hacerme temer así, y que pecase, y les sirviera de mal nombre con que fuera yo infamado.”
Nehemías 6:10-13 RVR1960
Cada día vas aprendiendo de la verdad que está en ti, entonces:
¿A qué has de temer?
¿Por qué dudas en los momentos difíciles?
¿Alcanzas a comprender que todas las historias bíblicas son ejemplo para tu superación en Cristo?
Comparte este post, permite que otros se beneficien de la bendición de leerlo, quizás están buscando el Camino y esta sea la forma de encontrarlo a él. Pues #hechos29laobrainconclusa es una realidad.
En esta enseñanza hablaré acerca de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti
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