ESCOGE 1
En mí está la posibilidad de escoger entre el bien o el mal.
Hoy continuamos con los estudios del libro: “hechos29laobrainconclusa”, en la última enseñanza, hablé acerca de la importancia de comprender que con Dios no podemos negociar sus términos, pues con ellos, Dios pretende es protegernos, pues él conoce la debilidad de nuestro corazón y nuestra condición pecaminosa, por eso Dios antepone la gracia, misericordia, amor y verdad por medio de Su Hijo Jesucristo, quién murió por nosotros para darnos la vida eterna.
“Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella. A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge , pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.”
Deuteronomio 30:11-20 RVR1960
En tus manos está la decisión que cambiará tu vida. Siempre ha estado allí a tu alcance, a tu disposición, nunca ha estado tan alta que no puedas alcanzarla, ni tan profunda que no puedas a cogerla, pero nunca te habías dado cuenta que está a tú disposición.
Dios esta vez nos va a confrontar (hablar ante poniendo el amor) para que escojamos si nos determinamos a vivir en la bendición o si nos determinamos a vivir en la maldición.
Dios no es un Dios de generalidades, por lo tanto, él mismo dispondrá determinadas acciones para tu vida, te llevará a que llegues a esas metas, pues él conoce los corazones y sabe quién está pidiendo sinceramente, pero igualmente él sabe quién lo está haciendo de labios para afuera solo por quedar bien, para aparentar delante de los hombres.
Dios mismo sabe las luchas que tenemos que vivir a diario, pues para eso Jesús vino a la tierra para modelarnos que sí es posible vivir una vida en santidad y una vida conforme a la voluntad del Padre, pues recordemos que Jesucristo, solo hace lo que ve hacer al padre:
“Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.”
S.Juan 5:19 RVR1960
El rio Jordán en la escritura, refleja el morir a si mismo, por eso Aman tuvo que limpiar su cuerpo 7 veces en el rio Jordán, todo el pueblo de Israel, antes de entrar a Jericó tuvo que pasar por el Jordán, pero Jesús bajó al rio Jordán para ser bautizado por Juan el Bautista, por lo tanto no es que Jesucristo tuviera que morir a su viejo hombre, pero él tenía que aceptar que aunque es Dios, todo lo que va a hacer en su ministerio, lo debe de hacer como hombre que escoge poner su fe en Dios, porque nada de lo que él hizo, lo realizó en sus propias fuerzas, sino dispuesto en aquel que lo envió y poniendo su fe en el Padre porque lo obedecía en todo.
Pero volviendo a la historia del pueblo de Dios, recordemos el pacto que Dios doy a Abraham:
“En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates; la tierra de los Ceneos, los Cenezeos, los Cadmoneos, los Heteos, los Ferezeos, los Refaítas, los Amorreos, los Cananeos, los Cergeseos y los Jebuseos.”
Génesis 15:18-21 RVR1960
Dios va a introducir a su pueblo, aún sabiendo que ellos son tercos y de dura cerviz, a la tierra prometida donde fluye leche y miel, por eso les mando a que eliminarán a todos estos pueblos, pero como ya vimos en Jueces 1: 16-21 ellos negociaron antes que cumplir los mandatos divinos asociarse con ellos y con las costumbres que ellos tenían y la adoración a los diferentes dioses tales como Baal, Asera, Anat y todos el panteón de dioses que seguían.
Veremos pues, aquellos pueblos con los que negociaron el pueblo de Israel. A quienes no expulsaron ni exterminaron desobedeciendo la voz de Dios; así mismo que aprendemos acerca de estos pueblos, reflexionemos que hay de ellos en cada uno de nosotros y que debemos de eliminar y pedirle a Dios que nos sane y nos libere.
¿Sabías que eres tú quien elige hacer el bien o el mal?
¿Estás dispuesto a romper con el molde de todo lo que has estado viviendo?
¿Sabes realmente todo lo que debes de eliminar de ti?
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En esta enseñanza, hablaré acerca de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti
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