SE APODERARON POR LA FUERZA
De lo que huí, ahora debo de vivir.
En ocasiones, al tratar de ilustrar una enseñanza bíblica con un lenguaje actual, cuesta mucho pues, el ejemplo o parábola para dar es muy cruel, por lo que te encuentras con la dicotomía de ¿lo hago o no? Veamos pues, este ejemplo:
“No hubo ciudad que hiciera paz con los hijos de Israel, excepto los heveos que vivían en Gabaón; de todas se apoderaron por la fuerza.”
Josué 11:19 LBLA
El profeta Josué, del cual aprendí mucho sobre guerra espiritual desde la adoración y la obediencia a Dios, para tomar la tierra prometida, logró destruir la principal ciudad de la llanura (Jericó). Al hacer esto, él sabía que generaría entre los otros reyes, un desaliento tal, que ellos solos se entregarían. Dios le dio esta estrategia, por eso el la cumplió a cabalidad. Después se dispuso a ir de ciudad en ciudad, derrotando y destruyendo cada ciudad estado, qué estaba fortalecida y confiada en aquel territorio. El problema es que esta zona, Dios se la prometió a Abraham 400 años antes, y estos pueblos siendo casi todos descendientes de Cam, ellos no quieran ningún trato con Dios, se entregaron a la idolatría y adoración de falsos dioses. Algo que tiene claro Dios y por lo menos yo así lo entendido, sí tú no quieres nada con él, no pasa nada, Dios no te va a rogar. Dentro de su fidelidad y amor por ti, hasta cierto punto, él te va a mantener ese vallado de protección que te prometió, a partir de allí… Se acabó lo que se daba (refrán español).
Hoy podemos entender por lo tanto, que todas estas ciudades estados, que eran fortalezas y dominios, representan figuradamente, lo que dijo el Apóstol Pablo:
“Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales.”
Efesios 6:12 LBLA
Por lo tanto, no pretendo decirte que te vuelvas un cazador de brujas, descubriendo demonios, por aquí y por allá, pero si deseo que aprendas a reconocer, ¡Cuáles son las negociaciones que nunca debiste permitir! En unos cuantos días comenzaré a compartir el estudio. “Escoge” tendrá varias enseñanzas. En ellas enseñaré cuales fueron los pueblos que ocupaban la tierra prometida, su significado e implicación espiritual. Además, procuraré demostrar lo importante de aprender a escoger para vivir con la bendición y como es evidente, si escogemos lo contrario como nos encontraremos, bajo maldición, no por el expreso deseo de Dios, sino por las ataduras, ligaduras y arras que implican, pactar con el adversario.
Lo que te quiero decir, es que tenemos que dejar de considerar la tricotomía de la selección en Dios. En Dios, tenemos solo dos colores, blanco o negro, es decir, no existe el gris. Por eso, pactas con Dios o pactas con el adversario, es simple:
“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.”
Apocalipsis 3:15-16 LBLA
Tenemos pues, el mejor ejemplo a imitar, Jesucristo. Cuando él estuvo en la tierra, nos dio el modelo a seguir de aprender a escoger lo que tenemos que hacer. En resumen, Jesús nació como Hijo de Dios, que actuó en obediencia al Padre, pero escogió ser nuestro Salvador, al morir y pagar por nosotros en la Cruz del Calvario.
Por eso, él mismo nos dijo:
“Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza.”
Mateo 11:12 LBLA
“De todas se apoderaron por la fuerza, y los violentos lo conquistan por la fuerza”. Desde luego que yo no creo en las coincidencias. Sí Josué lo dijo y Jesucristo lo dijo, pues nosotros también tenemos que hacerlo. Tenemos que tomar con violencia espiritual todo lo que el adversario nos ha robado. Solo tú sabes que has perdido y quienes están ocupando tú tierra prometida. El alcohol, las drogas, la inmoralidad sexual, la depresión, la angustia, el maltrato, la religiosidad, el engaño, los celos, la homosexualidad, etc, etc, etc. Lucha espiritualmente a través de la alabanza y de la adoración, por ese hijo perdido en drogas. Adora y alaba hasta que la gloria manifiesta de Dios puedas ver y así comenzar a vivir el Paraíso terrenal.
Por lo tanto, toma toda la armadura de la fe, sal de tú zona de seguridad y arriésgate a reclamar lo que es tuyo, a través de la adoración y alabanza a Dios.
Porque al final de toda esta historia, arrebatar por la fuerza o conquistar a la fuerza, todas las promesas dadas para ti, es arrebatar tu alma de las garras del adversario, es salir del infierno, es negarte a permitir que este ser malvado, se salga con las suyas, pero ante todo es porque debemos de honrar el sacrificio de Jesucristo de pagar por nosotros en la Cruz, dando la libertad que ya poseemos como hijos de Dios.
¡Toma por la fuerza todas tus promesas y bendiciones!
¡Arrebátale al adversario, lo que previamente él te robó!
¡Lucha por lo que es tuyo, sé un buen administrador!
Comparte este post, permite que otros se beneficien de la bendición de leerlo, quizás están buscando el Camino y esta sea la forma de encontrarlo a él. Pues #hechos29laobrainconclusa es una realidad.
En esta enseñanza, hablaré acerca de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti
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