UN GRITO DE ANGUSTIA. 3
¡No puedo seguir viviendo este infierno!
Esta es, la frase más reciente que estado escuchando en las consejerías de las cuales participo. No una solo vez, lo estoy escuchando entre 3 y 5 veces por persona al día. Ahora mismo solo me puedo acordar de los reconocimientos que hizo Jesucristo:
“El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”
San Juan 10:10 RVR95
Y más adelante en el mismo libro Jesucristo declaró:
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.”
San Juan 16:33 RVR95
En los estudios: “Un grito de angustia, 1 y 2”, los cuales puedes leer, siguiendo los siguientes link:
https://www.agopla.com/2019/07/un-grito-de-angustia-i.html
En ellos, estuvimos estudiando el reflejo de la necesidad de clamar por las situaciones adversas que otras personas pueden estar viviendo. Como consecuencia de ello, cada vez más recibo llamadas y mensajes pidiendo consejería y guía. Dios en manera oportuna ha contestado los clamores de aquellas mujeres y hombres desesperados por medio de estos escritos. Dios con su inmenso amor y misericordia ha cumplido la promesa dada por medio del Profeta David:
“A Jehová clamé estando en angustia y él me respondió.”
Salmos 120:1 RVR95
Dios es fiel y no nos ha desamparado. El Dios en el que creo y predico, está lleno de amor por sus hijos. Dios todos los días extiende sus misericordias y renovando así, Su compromiso hacia nosotros.
Pero tenemos que recordar lo que está escrito:
“porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
Efesios 6:12 RVR95
Tenemos que ser conscientes que depende de nosotros, es decir, el reino de las tinieblas avanza en nuestra vida por el desconocimiento de entender que nuestra lucha no es contra las deudas que no hemos podido hacer frente. Nuestras luchas no son contra la competencia que “supuestamente” nos hacen trampas para quitarnos clientes. Nuestra lucha no es contra un marido que nos maltrata tanto física como sociológicamente. Nuestras luchas no son contra el desempleo. Nuestros rivales no son nuestros familiares. Nuestras luchas, están encaradas en contra del adversario, por él, y por lo tanto podemos entender que el reino de oscuridad utilizará un marido mal tratador y violento para robarte la vida. El adversario usará a tu mujer para que te domine y manipule, de esta manera robarte la paz que Dios ya te dio. Los demonios utilizan tu mala gestión administrativa y económica para que no veas un porvenir seguro en Cristo. Las tinieblas te hablarán al oído para decirte que estas sola, que nadie esta a tú lado. Vendrán pensamiento de culpabilidad que te dirán: “todo esto que estás viviendo en consecuencia de la mala decisión que tomaste”. Las tinieblas lograran sembrar en ti, sentimientos de muerte tanto físicas como espirituales, incluso te trataran de inducir para producir y llevarte a comerte un absurdo fin a tú vida.
Pero, dentro del clamor que hacemos, tanto por nosotros como para los demás, debemos de tener grabado con fuego en nuestros corazones estos versículos:
“Él anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz. Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.”
Colosenses 2:14-15 RVR95
Por eso, debemos de confiar:
1 Juan 3:8 RVR95
Jesucristo ya deshizo las obras de las tinieblas, en un tiempo pasado perfecto. Jesucristo expuso, exhibió, a los demonios. Jesucristo dejó sin poder, ni autoridad a todos en el reino de las tinieblas. Pero nos falta aprender a reconocer la derrota de este reino de maldad que solo pretende aniquilarnos y destruirnos, así robarle la gloria a Dios.
Por eso, entendiendo que estas viviendo en victoria, pues el reino del adversario ya fue derrotado, pero cuando necesites utiliza y lee estos versículos que te traerán vida, aunque el adversario quiera destruirte:
¿Tienes miedo?
Salmos 27 y 91. Isaias 41:5-13. Marcos 4:35-41. Hebreos 13:5-6. 1 de Juan 4:13-18.
¿Estás ansioso o enojado?
Salmos 25. Mateo 6:24-34 10:26-31. 1 de Pedro 1:3-5; 5 y 7.
¿Te sientes deprimido?
Salmos 16; 43 y 130. Isaias 61: 1-4. Jeremías 15:10-21. Lamentaciones 3:55-57. Juan 3:14-17. Efesios 3:14-21.
¿Te sientes frustrado o engañado?
Job 21: 1-16; 24: 1-17 y 36:1-26. Salmos 55 y 62: 1-8. Jeremías 20:7-18. Mateo 7:13-14
¿Estás desanimado?
Salmos 34. Isaias 12:1-6. Romanos 15:13. 2 de Corintios 4:16-18. Filipenses 4:10-13. Colosences 1:9-14. Hebreos 6: 9-12.
¿Te sientes inseguro, o tienes falta de estima propia?
Deuteronomio 31: 1-8. Salmos 73: 21-26 y 108. Filipenses 4:10-20. 1 de Juan 3: 19-24.
Es momento que tomes el sartén por el mango y te levantes con poder y autoridad. No estás sola. El infierno que tienes en casa no es solo tuyo. Muchos estamos clamando e intercediendo por la situación en la que vives.
Te recomiendo y aconsejo que por favor veas la película “War room” o “La habitación de guerra”. Pídele en oración a Dios una estrategia adecuada de lo que tienes que hacer en tú vida. Permite que sea Dios quién te hable, acerca de cada paso que debes de tomar. Comienza a mirar a tu pareja como una víctima más del engranaje de la maldad y clama a Dios por su conversión al cristianismo. Recuerda, las raíces que no cortes adecuadamente hoy, mañana sus ramas te seguirán. Lucha no solo por ti, lucha por tus hijos. Lucha por el legado que tienes que dejar. No te culpabilices más y deja de lamerte las heridas, pues estás ya las sanó Jesucristo en la Cruz del Calvario:
“Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. ¡Por su herida habéis sido sanados!”
1 Pedro 2:24 RVR95
¡No estás solo, Cristo está con cada uno de nosotros!
¡Deja de confesar muerte, declara públicamente vida en ti!
¡Tienes mucho por lo cual luchar, toma la victoria de Cristo y vive según él te dicta!
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti
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