¡BAJO SU AMPARO!
Por más que lo vivamos, nunca estamos solos.
Hace poco tuve un ataque de ansiedad, Ani estaba en España, no tenía en quien apoyarme humanamente. Pero realmente no lo necesitaba, por un momento olvide que el Dios creador del universo, quien es mi Padre Celestial, aquel que hizo los cielos, la tierra y el mar, estaba conmigo. Siempre ha estado ahí, nunca me ha abandonado, nunca lo hará. 5 días con una ansiedad terrible, pero Dios utilizó a Ani, para ayudarme a superar esta crisis. Utilizó a Ani, porque ella se dispuso. Dios me liberó porque confíe en él.
“¡Cuán preciosa es, oh Dios, Tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de Tus alas. Se sacian de la abundancia de Tu casa, Y les das a beber del río de Tus delicias. Porque en Ti está la fuente de la vida; En Tu luz vemos la luz. Continúa Tu misericordia para con los que te conocen, Y Tu justicia para con los rectos de corazón.”
Salmo 36:7-10 NBL
“El que habita al amparo del Altísimo Morará a la sombra del Omnipotente. Diré yo al SEÑOR: «Refugio mío y fortaleza mía, Mi Dios, en quien confío». Porque Él te libra del lazo del cazador Y de la pestilencia mortal. Con Sus plumas te cubre, Y bajo Sus alas hallas refugio; Escudo y baluarte es Su fidelidad. No temerás el terror de la noche, Ni la flecha que vuela de día, Ni la pestilencia que anda en tinieblas, Ni la destrucción que hace estragos en medio del día. Aunque caigan mil a tu lado Y diez mil a tu diestra, A ti no se acercará.”
Salmo 91:1-7 NBL
¿Realmente sabes lo que es estar desamparado?
Gracias a Dios, yo nunca lo que tenido que vivir, pero esta sensación se puede describir como estar solo, nadie actuará a tu favor, una ausencia total de control y de dirección, falta de cualquier tipo de buen consejo y de carencia efectiva. Pero en definitiva, este sentimiento logra su objetivo, ser desesperante… Nos vuelve inseguros y desde luego no podemos cumplir con los propósitos divinos.
¿Por qué llenarnos de temor en el momento de la desesperación?
“Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, El SEÑOR me recogerá.”
Salmo 27:10 NBL
Cuando alcanzamos a comprender el significado de vivir bajo las alas de Dios, ni aun el abandono familiar nos debería de afectar. Dios siempre estará allí para protegernos de todo mal. Nos dará toda la provisión necesaria, consejo, afecto. Dios nos dará todo lo que necesitemos para ser unos verdaderos triunfadores.
Si ya gozamos de la protección, amor y el amparo de Dios, ¿por qué no permitir que otros gocen de su amor, amparo y protección divina?
Solo te hace falta mirar a tu alrededor, tus vecinos, la gente de la plaza, tus compañeros de estudio o trabajo, llenos de miedos e inseguridades, con fobias terribles. Personas tan solas e infelices que están rodeadas de otras personas que les aman y no pueden disfrutar del amor que se les proporciona.
Somos alas de Dios, para dar cobertura de su amor a las personas más necesitadas. Proporcionar ese manto o cobijo que están necesitando. La estrategia te la dará el Santo Espíritu de Dios. No esperes que nadie más te la dé. Ve y se quien debes de ser.
Por lo tanto, clama a Dios para que abra tus ojos y oídos espirituales, así estarás atento a para ayudar a quienes están necesitando del abrigo y amparo del Padre Celestial.
No lo dudes, proclámalo a los 4 vientos: “vivo seguro bajo las alas del Omnipotente, seré un refugio abierto para todos aquellos que también lo están necesitando”.
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En esta enseñanza, hablaré acerca de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti
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