JUNTOS, HASTA EN LAS BATALLAS

JUNTOS, HASTA EN LAS BATALLAS

La batalla es traer el cielo a la tierra.

Me gusta sentarme frente al televisor y compartir con mi hijo Juan películas, sobre todo las de guerra, y a pesar de la violencia que muestran, suelo aprender mucho de ellas. La estrategia de guerra, esto es algo que como cristianos desconocemos, pero las personas que han participado en ellas, nos dejan un legado para aprender, quizá este sea el motivo por lo que las veo. Una de esas estrategias de las cuales me gusta analizar, es la de contraguerrilla. Realmente es sorprendente y en alguna ocasión hablando con mi amigo Fredy T. (capitán retirado del Ejército de Colombia), cristiano ejemplar, me narraba muchas historias de infiltración al campamento enemigo, en medio de la selva, dos personas, tan unidas, que solo con la mirada se decían todo. Con las provisiones mínimas, muchas ocasiones metidos en estrechos huecos durante horas, mojados, haciendo casi sus necesidades encima, para no ser delatados y llevar con éxito su misión. Lo mismo ocurrió con el nacimiento de los boinas verdes de los Marines de USA. Así que, estás estrategias de guerra se aplican en ambos lados, de aquellos que se consideran los buenos, como de los que tratamos como los enemigos, ¿acaso, será diferente en nuestra condición de guerra espiritual en contra del reino de las tinieblas?

“Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios. Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí.”

Filipenses 1:27-30 RVR1960

El Apóstol Pablo, fue una persona que vivió consciente de esta situación de guerra espiritual de manera constante. Nunca estuvo solo, siempre luchó sus propias batallas pero rodeando de gente que le apoyaba y cubría en oración. Por eso, también nos dejó esta recomendación: 

“porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,”

2 Corintios 10:4-5 RVR1960

Nuestra guerra es espiritual, contra el reino de las tinieblas, pero sucede principalmente en nuestra mente. De igual manera, el adversario mantiene apostados en rededor  nuestro, vigilantes para hacernos caer y así alejarnos de los propósitos divinos, utilizando el estrés, problemas familiares, económicos, laborales, enfermedades, etc. Por eso nuestra conducta debe reflejar el evangelio de Cristo vivo, siempre dispuestos para no permitir su avance.

Traer el cielo a la tierra, es demostrar con amor y buenas obras, el perdón, la vida, la misericordia de Dios, demostrada en cada uno de nosotros, para que otros también alcancen esto dado por él.

Combatir es algo que no podemos hacer solos, tenemos un selecto grupo de personas, capacitados por el Espíritu Santo, que los acompañaran. Los encontraremos en nuestra familia y en la Iglesia. Recordemos que por muy difícil que sea la situación, es más llevadera si estamos unidos y fortalecidos entre hermanos.

Por último déjame recordarte este otro pasaje de Pablo:

“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;”

2 Corintios 4:17 RVR1960

Sigamos adelante confiando en el poder de Cristo, pues en él ya somos más que vencedores. 

A propósito, me gustaría  contactar con la comunidad cristiana de Irlanda (cerca de 100 personas) que a diario leen este devocional, visitarlos, tomarnos un café y trabajar con Ustedes, seguiré enviando este mensaje para obtener respuesta vuestra.

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En esta enseñanza,  hablaré acerca  de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:

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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti