¡MÍ NUEVO CARÁCTER: LA FE!
La fe se experimenta y se ejercita todos los días.
La fe, esta poderosa palabra, es la que hizo posible que toda la creación existiera. Por la misma fe, Dios de manera extraordinaria, y en un acto sin explicaciones, sacó de si mismo, la materia inicial para crear todo, diciendo: “hágase la…” Y ellas hicieron.
Pero esta misma fe, es la que nos llevará a creerle al Dios todo poderoso del Universo. Es más, su palabra sugiere, que sin fe es imposible creer en él, por eso de si mismo saldrá el querer como el hacer.
Este fin de semana estuve en Londres visitando a una hermosa familia. Ellos son unos buenos amigos y desde luego son personas cristianas de sincero y puro corazón. En varias conversaciones, logramos sostener algunas, observe que siempre estuvo presente el factor determinante de la fe para poder superar diferentes pruebas. Actualmente su ministerio, está para prestar servicio tanto Inglaterra como en Colombia. Aquí lo hacen por medio de los ancianos y personas de problemas mentales. Allí en Colombia, trabajan con la Fundación la Roca, la cual presta apoyo espiritual y económico a los desplazados, tanto colombianos como venezolanos, en el departamento de Cundinamarca. Trabajando conjuntamente con la iglesia local y la Cruz Roja, están creando un Jardín de Infantes, pero la labor no es nada fácil. No solo se trata de conseguir voluntarios, también se deben tener profesionales que ayuden a esas nuevas generaciones que se encuentran en medio de una situación difícil, la cual sus papás no saben cómo superarlas… Por eso el dicho de hoy, la fe se experimenta y se ejercita todos los días.
¿Quién les enseñó a tener está fe activa?
¿Por qué tienen ellos que estar actuando así?
¿Será que sus hijos también están viviendo este estilo de fe?
El Apóstol Pablo, vivió una situación parecida con su hijo Timoteo y nos dejó este escrito para que aprendamos también de el:
“Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día; deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo; trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.”
2 Timoteo 1:3-6 RVR1960
La fe debería ser una parte integral de nuestro carácter. Esta fe en nosotros, nos llevará a vivir con gozo a pesar de cualquier tipo de circunstancia. Como cuando Pablo estuvo en la cárcel, tomaba el aliento que necesitaba del hecho de acordarse de la fe no fingida de Timoteo. Para el Apóstol, quien reconocía que la muerte era quien le libraría de las cadenas en vida, buscaba el consuelo en sus amigos, por ello los invitaba constantemente a visitarlo. Es más, su anhelo profundo, era poder visitarles. Aunque reconocía que estaba allí por amor a fe y a Cristo, por eso y aunque tuvo desde un principio, ser liberado, nunca lo solicitud, pues su gran meta en la vida, fue predicarle al César, a costo de su propia vida. Pero él vería cumplido el sueño de nuestro Dios en su vida.
De igual manera, mis amigos en Londres, ellos trabajan la fe todos los días, buscan a Dios diariamente, comparten el evangelio y transmiten la fe que tienen desde que su juventud. Esta fe les llevó a superar las dificultades de un problema en su salud muy serio, pero contra todo pronóstico medico, ellos fueron sostenidos y fortalecidos por Dios, hoy pueden levantar la bandera del triunfo y saben que Cristo nunca les dejará, por ello, cada uno de sus hijos también comparte una fe no fingida, tanto como la manifiestan sus papás.
Porque ellos, al igual que cada uno de nosotros hemos recibido espíritu de poder, amor, y de dominio propio y han podido vencer a la cobardía. Esto es un don que nos ha dado Dios, a todos sus hijos. Esto no es un don exclusivo de unos cuantos. No dejes perder esta preciosa oportunidad de vivir el Evangelio de Cristo.
A propósito, para tener la verdad siempre por delante. Bajo mi necesidad de servir a las iglesias, me gustaría contactar personalmente contigo y la comunidad cristiana que a diario leen este devocional, visitarlos, tomarnos un café y trabajar con Ustedes, seguiré enviando este mensaje para obtener respuesta vuestra. Tienen todos mis contactos en la parte inferior de este mismo.
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En esta enseñanza, hablaré acerca de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti
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