¡MÍ NUEVO CARÁCTER: LA HUMILDAD!
Él no me ve a mí. Me ve a través de Cristo.
Una de las grandes estrategias de las empresas de amplia expansión es, la capacidad de adaptarse y renovarse constantemente. Dichas empresas reconocen que sí no lo hacen, pronto quedarán atrás y evidentemente serán relegadas a un tercer o cuarto plano. El caso de MacDonald por ejemplo (que mal ejemplo por favor, dicho sea de paso), esta compañía de comidas rápidas, está considerada dentro del segmento de restauración, vendiendo sobre todo hamburguesas de res y de pollo. Cuando ellos se incorporaron en el mercado de la India, (esta empresa hace nuevos franquiciados conforme a las bases del ejército están apostadas en él), también desearon entrar al mercado local, pero los Indos son principalmente vegetarianos, así que MacDonald a todos sus franquicias de allí las ofrece con hamburguesas de vegetales. Es por ello, que hoy tienen presencia en el mercado local de la India.
Lo que ha pasado que este tipo de compañías es que han sido “humildes”, me explico: en Latinoamérica consideramos que la humildad tiene que ver con la pobreza. Otro atributo que le proporcionamos a la humildad, es supuestamente saber vivir con un perfil bajo. Todo esto es simplemente y desde mi punto de vista, pereza, vagancia y desde luego una falsa humildad.
Al aceptar a Cristo en mí corazón, reconozco a Jesucristo como el modelo a seguir. Y él, reconvino o redefinió la palabra humildad, por eso hoy deberíamos reconocer que aquella persona en constante búsqueda de nuestro Dios, acepta que todo proviene de él y, solo se guía por sentido que Dios le da a cada momento, circunstancia o hecho en su vida. Por lo tanto, yo logro entender la humildad como aquella capacidad de entender que soy delante de nuestro Dios, reconociendo mi incapacidad de ser autosuficiente y así mismo soy, dependiente del Dios creador del Universo.
Esta misma humildad, bajo el punto de vista que acabamos de aclarar, nos debería llevar a entender que servir a los demás para que conozcan de la gracia, amor y misericordia de nuestro Dios, es el mayor acto de humildad que puedo demostrar hacía los demás. Cada vez que evangelizo, ayudando a cambiar una vida, demuestro aquella humildad reflejada en Cristo que lo llevó a entregar Su vida por cada uno de nosotros, también en reflejada en mí, por convertirme en un pequeño Cristo. Es más, siendo sincero, hace falta mucha humildad para reconocer que necesito y depende de Dios y que soy un reflejo de Su gracia, es por eso qué, aquellas personas que se consideran ateas, su principal problema no es la falta de fe. El principal error en sus vidas, es la falta de humildad.
La humildad nos ayudará a vivir el modelo de Cristo, es decir con excelencia. Dando gloria siempre a Su Santo nombre, dando cumpliendo a estas 2 promesas:
“Dios empezó el buen trabajo en ustedes, y estoy seguro de que lo irá perfeccionando hasta el día en que Jesucristo vuelva.”
Filipenses 1:6 TLA
“En realidad, Dios nos trata con mucho más amor, como dice la Biblia: «Dios se opone a los orgullosos, pero brinda su ayuda a los humildes.»”
Santiago 4:6 TLA
Es muy importante como lo mencioné anteriormente, no debemos confundir la humildad con la vagancia o la pereza. El no querer avanzar o progresar, en realidad no es una condición humildad, esto es otro sentimiento, cuando asumo la humildad, desde el punto de vista hoy tratado, me ayuda a impulsarme y a mejorar en la vida para dar lo mejor de mi mismo, tanto como Jesucristo hizo cuando estuvo demostrando su carácter humilde a través de su ministerio público.
A propósito, para tener la verdad siempre por delante, bajo mi necesidad de servir a las iglesias, me gustaría contactar personalmente contigo y la comunidad cristiana que a diario leen este devocional, visitarlos, tomarnos un café y trabajar con Ustedes, seguiré enviando este mensaje para obtener respuesta vuestra. Tienen todos mis contactos en la parte inferior de este mismo.
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En esta enseñanza, hablaré acerca de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti
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