¡QUÉDATE QUIETO!
La desesperación me lleva tomar malas decisiones.
Hay ensayos en los que me pregunto: ¿en serio Alfonso vas a hablar de quedarte quieto, cuando tu no lo haces? Comprendo por lo tanto, esta inacción tiene que ser guiada por el Espíritu Santo. Sin Su guía, posiblemente estaríamos actuando en desobediencia, por ello, recalco la importancia de vivir conforme y en la plenitud de una estrecha relación intima con el Creador.
“Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares; aunque bramen y se agiten sus aguas, aunque tiemblen los montes con creciente enojo. (Selah)”
Salmo 46:1-3 LBLA
Dentro de la hermosa colección de los Salmos, existen algunos que no necesitan explicación alguna. Son tan profundos y a su vez tan claros, que hablan por si solos. En medio de las situaciones de tribulación que estemos, Dios siempre está con nosotros. Dios nunca abandona el barco. Dios retiene a los cielos y los mares para que pasemos en seco. Ninguna situación será difícil para él, y si Dios nos permite que la vivamos, es porque tiene plena confianza en que la superaremos.
“Estad quietos, y sabed que yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra. El SEÑOR de los ejércitos está con nosotros; nuestro baluarte es el Dios de Jacob. (Selah)”
Salmo 46:10-11 LBLA
El baluarte es una construcción militar, demarcando una fortaleza en la misma edificación, es la zona menos vulnerable de la misma. ¿Alcanzamos a comprender que dentro de nuestra debilidad, Dios nos dice que él es lo más fuerte qué tenemos? ¿Acaso, necesitamos estar en otro lugar en el momento de crisis o de temor?
En los momentos difíciles si no estamos conectados a la Fuente, esto nos llevará a tomar decisiones, posiblemente erróneas. Dios quiere aconsejarnos en todo. De nosotros depende consultárselo. En muchas ocasiones, vendrá el consejo que menos esperamos: “quédate quieto y en silencio”. Esto se lo dijo Dios a David en 2 de Samuel 5:24. Quizás, es lo que Dios te dice hoy: “quédate quieto, no hagas ruidos y, cuando escuches mis pasos: actúa”.
Sé que nos es fácil, yo mismo lucho por obedecer, pero si Dios dijo que se puede hacer, es porque lo podemos cumplir. Espero tus comentarios y testimonios. Tienes todos mis contactos a continuación:
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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