UN ENCUENTRO CON MÍ PROPÓSITO:
¡LOS NUEVOS COMIENZOS!
Dios es, Dios de segundas oportunidades.
La tendencia natural del ser humano es pecar. Es inherente a nosotros, estamos cubiertos con la sangre de Cristo y justificados por su gracia; no por ello, somUIKeyInputDownArrowos inmunes a equivocarnos y con ello, acarrear las consecuencias del pecado. Una de esas consecuencias es, la culpa. Este sentimiento, cumple perfectamente su objetivo: debilitarnos y hacernos sentir vergüenza; con ello, nuestros propósitos divinos no se cumplirán por lo tanto, el plan de la extensión del reino de los Cielos no se establecerá en el corazón de los hombres.
“Sansón invocó al SEÑOR y dijo: Señor DIOS, te ruego que te acuerdes de mí, y te suplico que me des fuerzas solo esta vez, oh Dios, para vengarme ahora de los filisteos por mis dos ojos. Y Sansón asió las dos columnas del medio sobre las que el edificio descansaba y se apoyó contra ellas, con su mano derecha sobre una y con su mano izquierda sobre la otra. Y dijo Sansón: ¡Muera yo con los filisteos! Y se inclinó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que estaba en él. Así que los que mató al morir fueron más que los que había matado durante su vida.”
Jueces 16:28-30 LBLA
Muchos líderes, bajan la guardia por considerar que son inmunes al pecado. Otra posibilidad es el abuso de la gracia. Pero con todo y ello, nos comunica a lo mismo: nuestra dependencia a Dios y de aprender a mantener la relación intima con Dios. Cuando descubrimos nuestro propósito nada debería apártanos de él. Pero en algunas ocasiones, algunos se desviaran. Al leer la historia de Sansón, parece que este héroe de la fe, descuidó esta relación. Aparentemente el Espíritu Santo, hasta lo abandonó; pero en el momento crucial de su ministerio, el poder y la manifestación divina, le llevó una vez más, a la salvación del pueblo escogido de Dios. Si aún no conoces tú propósito, cultiva tu relación con Dios. Si ya estás trabajando en tu propósito, mantén tu relación con Dios. Si has descuidado tú propósito, revive tu relación con Dios y cumple con tu destino divino.
El 2020 comienza hoy, no hay nada que nos detenga, por ello: “Pon tu delicia en el SEÑOR, y Él te dará las peticiones de tu corazón. Encomienda al SEÑOR tu camino, confía en Él, que Él actuará; hará resplandecer tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía.” Salmo 37:4-6. Cultivemos nuestra relación con Dios y vivamos conforme a Su propósito para cada uno de nosotros.
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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