¿QUIÉN TE LLAMÓ?

UN ENCUENTRO CON MÍ PROPÓSITO

¿QUIÉN TE LLAMÓ?

Tenemos que estar en el momento y en el lugar correcto.

Es increíble, la necesidad de tener un título entre los siervos de las iglesias que hoy por hoy tenemos. No basta con ser aprendiz de siervos inútiles; la lista de líderes es larga desde encargados de comunión o limpieza hasta los mega apóstoles. Muchos de ellos, son personas con un sincero corazón para servir tanto a Dios como la comunidad, otros lo hacen con un afán de protagonismo y  vanagloria, pero por sus frutos los reconocemos: nunca inician nada, toman el relevó de algo que está iniciado y si inician algo, nunca da fruto. Usan el autoritarismo  para apalancar sus puestos, incluso se darán ciertos triunfos con tal de conseguir algo delante de los hombres, pero recordemos que trabajamos es para Dios y él conoce nuestros corazones y nuestras intensiones. Porque ¿quién te llamó?

“Y David le dijo: «¿Cómo es que no tuviste temor de extender tu mano para destruir al ungido del SEÑOR?». Y David le dijo: «Tu sangre sea sobre tu cabeza, porque tu boca ha testificado contra ti, al decir: “Yo he matado al ungido del SEÑOR” ».”

2 Samuel 1:14, 16 NBLA

Saúl se suicidó al ver que estaba rodeado por el enemigo y al  saber que su hijo estaba muerto, pero un aparecido, un don nadie, a quien nadie había llamado, con su afán de protagonismo el cual  lo engañó por su propio ego y sus propias palabras, declaró que él había dado muerte a Saúl y tomó así  un lugar que no le correspondía. Pero su muerte le llegó, por su propio testimonio.

Muchos de los que hoy sirven, nadie les llamó. Algunos, me atrevería a decir con todo respeto: ni siquiera saben quién es Cristo y cuidado, porque dirigen mega iglesias. Por no ser tan severo, otros siendo misioneros están como pastores, asignación que no tienen. Vemos a salmistas como pastores de iglesias y su asignación de hacer música para Dios, abandonada. Misioneros convertidos en apóstoles y personas sin un real fundamento cristiano, se otorgan el título de pastor - apóstol. En fin, mejor tengamos presente el consejo del Apóstol Pablo:

“Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de ustedes que no piense de sí mismo más de lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno.”

Romanos 12:3 NBLA

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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.