UN ENCUENTRO CON MÍ PROPÓSITO:
¡SOY… “UN RECHAZADO”!
Dios nunca nos etiquetará.
Hay ciertos pasajes bíblicos que realmente no sabemos que hacer con ellos. Para hacer una correcta interpretación, deberíamos recurrir a la teología o bien la revelación divina, pues literalmente desearíamos arrancarlos de las escrituras, sin embargo si lo pudiéramos hacer, correríamos el riesgo que las palabras proféticas por parte de Dios estén en esas mismas páginas y nos las perderíamos…En fin.
“No podrán entrar en la asamblea del Señor los amonitas ni los moabitas, ni ninguno de sus descendientes, hasta la décima generación”
Deuteronomio 23:3 NVI
Por versículos como estos, podrían salir malas interpretaciones. Este tipo de enseñanzas, nos convierten en sectarios y en personas que cometemos el error de determinar quienes pueden llevar el Evangelio de Cristo sin importarnos, si tienen un propósito dado por Dios, un llamamiento específico, sin ver los verdaderos frutos del Espíritu Santo, manifestado en ellos. Pero aquellos “rechazados” por la congregación, por el cuerpo gobernante o por el equipo pastoral local, están respaldados por Dios y a lo largo de los años, sus frutos manifestarán los planes divinos.
“Salmón, padre de Booz, cuya madre fue Rajab; Booz, padre de Obed, cuya madre fue Rut; Obed, padre de Isaí;”
Mateo 1:5 NVI
¿Somos conscientes que una mujer que ejercía la prostitución fue una de las abuelas de Jesucristo? También, ¿una moabita, persona totalmente repudiada por Israel, fue una de las abuelas de Jesucristo? Entonces, ¿por qué nosotros, rechazamos a nuestros hermanos cuando ellos tratan de cumplir los planes de Dios al extender el Reino de Cristo?
Yo, soy…”un rechazado” por el sistema religioso que oprime la iglesia. Quizás, muchos de los que están leyendo este devocional también están en la misma situación, pero todos tenemos promesas divinas las cuales afirman que tenemos esperanzas en Dios:
“En cambio, Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a los que se creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para avergonzar a los poderosos. Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante. Como resultado, nadie puede jamás jactarse en presencia de Dios.”
1 Corintios 1:27-29 NTV
No estamos solos, Dios nos respalda. Me gustaría conocer tu testimonio, contáctame:
¡SOY… “UN RECHAZADO”!
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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