UN ENCUENTRO CON MÍ PROPÓSITO:
¡UNA NUEVA GENERACIÓN!
Muchos oran por ti, desde antes de tú nacimiento.
Quizás, seamos la primera generación de cristianos dentro de nuestra familia, como lo es conmigo y así nos preguntemos ¿por qué yo? Sobre todo cuando tenemos que estar golpeando esos duros muros de oposición al cristianismo dentro de nuestro seno familiar. Sin embargo, otros han tenido la bendición de nacer en una familia cristiana, les han apoyado y promovido dentro de los propósitos celestiales. La historia de Timoteo, nos deja muchos buenos ejemplos, dignos de imitar, anécdotas que nos pueden dar consuelo en momentos de pesadumbres.
“Traigo a la memoria tu fe sincera, la cual animó primero a tu abuela Loida y a tu madre Eunice, y ahora te anima a ti. De eso estoy convencido.”
2 Timoteo 1:5 NVI
Timoteo, (Timo- Teo: quién honra a Dios), es la primera generación de cristianos que les tocó abrir brecha, a partir de lo que otros transmitieron en ellos. Son los discípulos de aquellos que hasta ayer fueron los discípulos de Jesucristo. Hijo de un griego y una madre judía, algo que lo convertía en una persona casi repudiada por la sociedad hebrea de la época. Fue circuncidado por Pablo, solo por tener que agradar a los primeros cristianos que no abandonaban las tradiciones. Pero, esta auténtica fe de Timoteo, fue manifestada probablemente por las enseñanzas cristianas de su abuela y madre judía. Ellas dedicarían horas para enseñarle la Torah y seguir la fe en el Dios de los Hebreos. Aparentemente, no tuvo mayor influencia su papá biológico, fue discípulo de Pablo, compañero de viaje en sus misiones y Pastor en Efeso, por eso se dice: Pablo fue, papá y mentor espiritual de Timoteo. Esto le llevó a vivir su propósito a un nivel increíble, y ser aceptado ampliamente en la iglesia primitiva.
“Llegó Pablo a Derbe y después a Listra, donde se encontró con un discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego. Los hermanos en Listra y en Iconio hablaban bien de Timoteo, así que Pablo decidió llevárselo. Por causa de los judíos que vivían en aquella región, lo circuncidó, pues todos sabían que su padre era griego.”
Hechos 16:1-3 NVI
Nuestro propósito divino, está con nosotros desde antes de nuestro nacimiento, tuvimos ancestros que oraron por nosotros, Abraham nos vio a cada uno de nosotros cuando hablaba con Dios en el desierto. Dejemos de creer en fantasías y dedicamos tiempo en oración a descubrir nuestra historia con Dios. Revelemos las maravillas del Creador del Universo y manifestemos a Cristo, tanto como lo hizo Timoteo.
¡UNA NUEVA GENERACIÓN!
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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