¿ESTAMOS BLINDADOS?
Su sangre nos Salva y Sana, pero la prudencia tiene que acompañarnos.
Cuando nos acercamos a los pies de Cristo, muchos traemos un sin fin de problemas y situaciones que requieren un milagro extraordinario para solucionarlo, casos de salud, quiebras económicas, separaciones, en fin, la lista es bastante larga.
En la Biblia, tenemos muchas promesas que nos hablan y nos llevan a vivir confiados, esperando que Dios nos levantará y sustentará, pues él, es quien nos creó y sabe que es lo que mejor nos conviene.
“Después de estos actos de fidelidad, Senaquerib, rey de Asiria, vino e invadió a Judá y sitió las ciudades fortificadas, y mandó conquistarlas para sí.”
2 Crónicas 32:1 NBLA
Podríamos considerar que el rey Ezequías, por seguir los caminos correctos delante de Dios, no debería vivir las asechanzas del adversario, pero eso no fue así. También para nosotros, esas malas situaciones llegarán, pero podemos seguir confiados, que si no nos apartamos de la presencia de Dios, él mismo peleará por nosotros y nos dará la victoria, porque en la Cruz del Calvario, ya nos la otorgó a través de Jesucristo.
“Ahora pues, no dejen que Ezequías los engañe y los extravíe en esta forma. No crean en él, porque ningún dios de ninguna nación ni reino pudo librar a su pueblo de mi mano ni de la mano de mis padres. ¡Cuánto menos los librará de mi mano el Dios de ustedes!” ».”
2 Crónicas 32:15 NBLA
Al enemigo, no le importa amenazar, mucho menos meternos dudas y miedo, nos dirá que Dios no nos ayudará, ni respaldará. Pero todo esto no es real, Dios ya nos bendijo, con toda las bendiciones celestiales y tenemos que apropiarnos como hijos suyos a todo lo que Dios ya dictó, no le creamos más las mentiras al adversario y vivamos la verdad de Dios.
“El SEÑOR envió un ángel que destruyó a todo guerrero valiente, comandante y capitán en el campamento del rey de Asiria. Así regresó avergonzado a su propia tierra. Y cuando entró al templo de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron allí a espada. Así salvó el SEÑOR a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de mano de Senaquerib, rey de Asiria, y de mano de todos los demás, y los guió por todas partes.”
2 Crónicas 32:21-22 NBLA
Vivamos actuando conforme a la Mente de Cristo. Demostremos que Dios es quien realmente dirige nuestras vidas, confiemos solo en él.
¿ESTAMOS BLINDADOS?
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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