ORAR EN LA ANGUSTIA

ORAR EN LA ANGUSTIA

No siempre quiero, pero debo buscarte Dios.

Son muchos los motivos por los cuales podemos llegar a considerar que no es necesario buscar a Dios en oración, pero ninguno de ellos está justificado. Jesucristo nos dijo:

“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”

S. Mateo 26:41 RVR1960

Cuando estudiamos el contexto de este mensaje, reflexionamos que Jesucristo está a punto de entrar en las horas más cruciales de su ministerio. Hasta este momento, había sido el Hijo de Dios manifestando su poder, pero ahora, tendría que convertirse en el Rey de Reyes, haciéndose nuestro Salvador y Sanador, pero ¡a través de su muerte! Para él, no es indiferente el proceso de angustia y él mismo estaba afligido, por ello, comprende que cuando estamos en estas mismas circunstancias,  no deseemos buscar a Dios, así que, su recomendación fue tan clara.

“Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.”

S. Mateo 26:38 RVR1960

Nuestro paradigma Jesucristo, reitera la necesidad de buscar a Dios, aun en los momentos más difíciles. Y que nos presentemos delante del Padre Celestial, con sinceridad y amor, esperando la respuesta por nuestra parte, anteponiendo la obediencia,  glorifique  su Santo Nombre.

“Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.”

S. Mateo 26:39 RVR1960

No permitamos que los sentimientos y las circunstancias nos alejen de buscar la presencia de Dios. Acerquemos a su altar, no dudemos de su amor y sobre todo, esperemos confiados, que él siempre hará y nos sostendrá por el amor que nos tiene. 

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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.