CAMINA SIN DUDAR
El piso se nos mueve, cuando empezamos a dudar.
Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, por eso, vivir una vida llena de fe, contrario a lo que se suele predicar, es difícil. Es fácil leer la Biblia y criticar por ejemplo la fe de Abraham cuando estuvo con Agar, en vez de esperar el tiempo del cumplimiento de la promesa con Isaac. Podemos buscar las excusas que queramos, tratando de justificar los hechos de Jacob, su falta de entrega y compromiso delante de Dios, hasta que se cumplió la promesa de ser Israel. Por último, que sencillo es acusar a Moisés por sacar todos esos argumentos para no ir al liberar al pueblo, sabiendo que fue el mejor gobernador que ha tenido Israel.
Todos los héroes de la Biblia, dudaron en su propósito, destino y sueño de Dios, pero reconociendo su error, nos dejaron un gran legado.
“Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas”.
Mateo 28:14 RV60
Dios nos está llamando. Dios tiene un sueño, destino y propósito con cada uno de nosotros, pero igual que con los héroes de la fe, cada uno de nosotros, en un momento fallará y dudará, en su fe, en el poder de Dios y del llamamiento que Dios nos ha hecho.
El Apóstol Pedro, es un buen ejemplo del que hacer en el momento que nuestra fe falla y nos lleva a la duda. Fue un hombre imprudente, incluso sus intervenciones parecen salpicadas de palabras fuera de contexto, la temeridad que demostraba, era más bien apropiada para un jovencito y no de un hombre adulto como lo era él. Por eso, todo lo que tenga que ver con el Apóstol, me acerca a mi personalidad, encontrando un claro espejo de mí dentro de las escrituras.
Si, Pedro dudo. Pedro se hundió en las aguas. Sorprendentemente este estilo de ser de Pedro, le llevó a declarar el culmen de la cristiandad: “tu eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. La respuesta de Jesucristo por la duda de Pedro fue, pero antes de leerla, os ruego la leamos con un tono de ternura y condescendencia, para que lo veamos con otro prisma:
“Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”
Mateo 14:31 RV60
¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?, veamos la ternura y dulzura de Cristo hablando a un hijo suyo, tanto como lo hizo con la mujer samaritana. Acordémonos, la dureza con la que habló a los religiosos y el trato de amor que tuvo con la mujer descubierta en adulterio, acaso ¿tendría que hablar diferente a uno de sus mejores amigos y discípulos?
En estos tiempos tan duros que estamos viviendo, es fácil dudar, pero acerquémonos confiados a Dios, para que Su paz que sobrepasa todo entendimiento nos calme y inyecte Su fe.
CAMINA SIN DUDAR
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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