LA SEÑAL DE JONÁS
Una vida de sacrificio es la clave para entender la señal de Jonás.
La profesión de Profeta era una de las más antiguas dentro del pueblo de Dios, porque aquellas personas tenían como factor común la búsqueda incesante de la presencia Su presencia para poder llevar las palabras adecuadas a los pueblos y con ello, traer consuelo, exhortación, aliento, corrección.
En algunas ocasiones, muchos de los Profetas, manifestaban el poder del Espíritu Santo y con ello, afirmaban que la presencia de Dios les respaldaba, como en el caso del Profeta Elias.
“Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja”.
1 Reyes 18:37-38 RV60
Cuando comenzamos a leer el libro de Jonás, extrañamente observamos que él decide deliberadamente, desobedecer un mandato directo de Dios, algunos especialistas sugieren que Jonás, se aburrió de ver siempre la misericordia de Dios, porque vaticinaba desgracias, muertes y hambrunas, así que las personas al escuchar la determinación de Dios, solían arrepentirse y volver su corazón a los dichos del Profeta, es decir, confiaban el poder de Dios y dejaban de llevar el estilo de vida que tenían.
“Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová”.
Jonás 1:1-3 RV60
Ahora se vienen los tiempos nuevos, post corona virus, es un desfilo para nuestra fe y estilo de búsqueda de Dios, muchas personas se acercarán a él, y nosotros tenemos que estar preparados para ser los voceros de Dios. Sí durante mucho tiempo hemos estado huyendo de la voluntad de Dios, ahora es el momento de volver a él. Sí nos hemos ido a Tarsis (España) por no cumplir Su propósito divino, es momento de arrepentirse y hacer el trabajo misionero que nos corresponde, no sea que una calamidad mayor (una ballena) nos tenga que vomitar por ser desobedientes a Dios.
LA SEÑAL DE JONÁS
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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