Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: EL PROPÓSITO

EL PROPÓSITO

Saber a donde voy, me hará llegar.

EN los Evangelios, encontramos mucha información acerca de la vida de Jesucristo, sobre todo de las últimas tres semanas de su vida, ya que fueron muy intensas y significativas como para tener una clara memoria de ello, por parte de los escritores neotestamentarios, sin embargo, solo Juan nos dejó claro y en profundidad, el propósito del por qué él escribió esta Buena Nueva.

“Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro”.

Juan 20.30 RV60

¿Por qué no están escritas, si son para nuestra edificación? La respuesta exacta la desconozco, más puedo llegar a comprender que, si no están ocultas, están para que las descubramos; ¿Qué hemos aprendido acerca del corazón de Dios en este tiempo de confinamiento? ¿No hemos visto y oído de milagros increíbles durante esta cuarentena?

El mismo Jesucristo quien resucitó, ha hecho una cantidad sorprendente de milagros: personas desahuciadas con CV-19 están hoy sonriendo con una sonrisa tremenda, economías familiares extraordinariamente sostenidas, matrimonios sostenidos a pesar del duro momento, incluso personas con problemas de alcohol y drogas, han podido superar sus adicciones por comenzar a tener una relación estrecha y dinámica con Dios.

“Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”

Juan 20.31 RV60

Todos estos testimonios debemos traerlos a la luz. Hoy deseo desafiarte, que si has tenido un milagro extraordinario y quieres publicarlo, envíame una nota, por cualquiera de nuestros contactos, nos encargaremos de publicarlos por esta web y así sea este tu aporte a la extensión del Reino de Cristo.

Juan era el discípulo “Amado”, no porque Cristo se lo hubiera manifestado, sino que él se sentía tan amado por Dios, que no podía callar ese amor manifiesto.

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