Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: PROPÓSITO, DESTINO, SUEÑO=FRUTO

PROPÓSITO, DESTINO, SUEÑO=FRUTO

Incluso los pinos dan frutos.

ES imposible seguir negando nuestra naturaleza, hemos sido creados para adorar a Dios y para extender el reino de Cristo, aquí en la tierra. Desde luego, el no seguir o no ser obediente con este mandato, Dios lo respeta, pero no significa que no seamos conscientes de nuestra realidad. El pueblo de Israel es, el arquetipo de pueblo de Dios en el AT, sin embargo en el NT, tiempo que nos corresponde, es la iglesia, quien hará ese arquetipo.

“y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”.

Isaías 61,3c RV60

Daremos frutos, si o si. No se trata de cuándo o cuánto, pues a Dios corresponde el querer como el hacer, pero cuenta con nuestro beneplácito para hacer las cosas. Cada uno de nosotros, somos conscientes del Don del Espíritu Santo, por ello, lo mínimo que vamos a poder dar son cada uno de sus frutos: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.

Si comenzamos a cambiar nosotros, nuestras casas cambiaran. Si logramos esos cambios en casa, nuestro barrio, cambiará. Como es lógico, si el barrio se transforma, nuestra ciudad será otra y así llegaremos a traer esa justicia que profetizó Isaías, a través de Jesucristo.

Sin embargo Dios no nos obliga a hacerlo, y aunque predico que Dios es justo y fiel protector, también demos considerar las advertencias que están enunciadas en la Biblia.

“Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego”.

Mateo 3:10 RV60

Entrando en contexto, Juan Bautista, está enseñando a los Fariseos y Saduceos, casta religiosa y política de la época, para que se arrepintieran de los frutos equivocados que estaban dando al pueblo de Israel, por lo tanto estaban desviándolos de la Verdad. Si es este nuestro caso, ¡debemos arrepentirnos! Nuestro deber es: comenzar a dar pequeños pasos de fe y así dejar el recibir antes que dar, es entregar esos frutos del Espíritu Santo y así ganar más almas para Cristo.

PROPÓSITO, DESTINO, SUEÑO=FRUTO