Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: ¿QUIÉN TE MANDÓ A PESCAR?

¿QUIÉN TE MANDÓ A PESCAR?

Cambiamos la teología por la virología. B-C Han.

SOY un vendedor innato, desde que tengo memoria y a pesar de mí timidez, recuerdo estar negociando por algo o con alguien, no digo con esto que sea el mejor vendedor del mundo, pero es una profesión que me gusta y durante mucho tiempo, fue lo que me permitió traer el sustento económico a casa.

El Apostol Pedro, siempre fue pescador, él muy posiblemente fue descartado por un Rabí en su época de estudiante. Siendo ya adulto, El Rabí le dijo: ¡seguidme (él estaba con su hermano), yo os haré pescadores de hombres! Pedro ahora tenía un nuevo mandato, había encontrado el propósito, destino y sueño de Dios para su vida.

“Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada”.

Juan 21.3 RV60

Una posible e inocente acción hizo que, Pedro tomara un camino que no debía tomar, volver a pescar, pues Cristo ya le había revelado cuál era su verdadero trabajo mientras viviera. Nosotros de igual manera, hemos tenido más de dos meses para recapacitar acerca de nuestro estilo de vida y muchos nos hemos aclarado en nuestros destinos, propósitos y sueños de parte de Dios. No hagamos igual que hizo Pedro, quien después de la muerte y resurrección de Jesucristo, consideró que el ministerio probablemente había acabado, pero los planes de Dios son muy diferentes a los nuestros y Jesucristo siempre estará allí para corregirnos.

“Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar.”

Juan 21.7 RV60

Pedro se despojó de todo, no le importó ser aquel pescador de hombres, para volver a ser pescador que no tenía mayor éxito en su empresa, pero Cristo lo devolvió a la senda correcta, le permitió tirar las redes una última vez, y fue tan abundante que el texto sugiere que las redes no se rompieron a pesar de su cantidad.

¿Realmente vamos a volver atrás?

¿Vamos a abandonar las nuevas sendas qué nos mostró Cristo en este tiempo de confinamiento?

¿Tenemos qué seguir dudando en entregar nuestras vidas a Jesucristo y permitir que él nos guíe en todo?

¿QUIÉN TE MANDÓ A PESCAR?