Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: ¿POR QUÉ TEMES?

¿POR QUÉ TEMES?

Toda la creación le obedece.

EN alguna ocasión, los nervios nos han pasado una mala jugada, convirtiendo una mera brisa dentro del salón de casa en una tormenta y con ello, rompemos la armonía del hogar. No es nada fácil controlar dichos sentimientos que nos embargan y nos hacen ver monstruos en nuestras propias sombras, haciendo que olvidemos quiénes somos y quién es el que vive y gobierna en nuestros corazones: Jesucristo.

“Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!”

Mateo 8.25 RV60

Ahora somos creyentes, hemos entregado el gobierno de nuestras vidas a Cristo, es decir, alma, cuerpo y espíritu guiados por el Espíritu Santo. Esto significa, que deberemos comenzar a evidenciar ciertos cambios en nuestra manera de actuar y de pensar, algunos ¡hasta la forma de caminar les cambia! Sin embargo, esto no significa que los sentimiento nos abandonen o desaparezcan de nuestro ser.

Los discípulos de Cristo, tenían una misión específica, llegar al otro lado del lago y una fuerte tormenta se desató y la barca estuvo a punto de zozobrar; si esto me ocurre, a parte de fe, necesitaré unos calzoncillos nuevos. Ellos, con el susto aún en su cuerpo, se arrimaron a su Verdadero refugio para que les librará de esta mala situación y, como siempre, Dios sabe cómo actuar y qué decir en el momento oportuno:

“El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza”

Mateo 8.26 RV60

Algunos de los apóstoles eran experimentados marineros, otros no, pero todos estaban asustados por aquella situación. Ellos habían estado viviendo con el Maestro 24/7 los últimos tres años, con todo y eso, se les olvidó todas las experiencias previas vividas con Jesucristo, entonces ¿por qué no nos ha de ocurrir a nosotros lo mismo?

Confiemos en Dios, acerquémonos a él en el momento de la angustia como en la tranquilidad. Démosle gloria en medio de la tormenta, pero también cuando todo este en calma. Imitemos a Jesucristo, pues él es, nuestro paradigma.

¿POR QUÉ TEMES?

Seguimos esperando conocer tu testimonio, si deseas compartirlo y bendecirnos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para publicarlo, es tu parte de extender el reino de Cristo, no te lo pierdas.