Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO SOMOS LIBRES

DEVOCIONAL CRISTIANO

SOMOS LIBRES

Él fue herido por nuestras transgresiones.

UNA de las luchas internas, más severa entre los seres humanos, es el cambio de mentalidad. Todas las creencias o confesiones de fe, son muy reiterativas en este sentido, es más, la Filosofía a través de pensamientos, procura mostrarnos las puertas para que decidamos cuál es la que nos sirve para cambiar nuestros problemas. En este caso, yo decidí aferrarme a la fe en Jesucristo, para intentar cambiar mí mentalidad, procurando acercarme a Sus pensamientos y así llegar a Su estatura, no digo que ya lo he logrado, digo: “aún en mi imperfección, Dios se glorifica los utiliza para dar testimonio a las naciones de Su amor por la humanidad”.

“¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?”

Isaías 53.1 RV60

Tenemos dos opciones, primero, le damos la gloria a Dios; la segunda opción es dejamos todo al azar y a las probabilidades. Con cualquiera de las dos, sinceramente, vamos a vivir el tiempo que nos corresponda. Recuerdo el testimonio que un pastor entrevistado en la cadena nacional donde un ateo le refutaba la existencia de Dios, pero él, sabiamente respondió: “Si Dios no existe, al final de la vida, tú tendrás razón y yo habré tenido una vida aferrada en mí fe, pero no he perdido nada, sin embargo, si Dios si existe, yo abré ganado la vida eterna y tú, lo habrás perdido todo”.

El mayor hito de la fe en Dios, es reconocer que Jesucristo, pagó por nosotros, por algo que nunca hubiéramos podido pagar, por una guerra espiritual entre el adversario y la humanidad, la cual nos confinaba y aislaba de nuestra relación intima y personal con Dios.

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”

Isaías 53.5 RV60

Ahora, tenemos acceso a Dios por medio de Jesucristo, por medio de él, somos salvos, sanos, somos libres. Dependerá de cada uno de nosotros, vivir esa libertad que nos proporcionó Jesucristo. Debemos vivir la relación intima y personal que Dios anhela con cada uno de nosotros. No permitamos que las asechanzas del adversario, nos llene de miedo, temores, nos deje sin ánimo y por lo tanto…huyamos.

¡Vivamos conforme a la gracia de Dios, porque ya somos libres!

SOMOS LIBRES