¿POR QUÉ DIOS?
Viva el Señor que nos dio vida eterna.
HOY uno de los grandes
problemas de la humanidad frente a Dios, es la obediencia. Dentro de mi andar
con Dios, he comprendido que es bueno preguntarle a Dios de la misma manera e inocencia
que lo hace un niño de 8 años, tratando de aprender desde la curiosidad. Sin
embargo, nuestra altivez y soberbia nos lleva a cuestionar todo, como viles y
rebeldes jovencitos inmaduros. Trataré de matizar con estos dos ejemplos: ¿Por
qué Dios, está sucediendo todo esto a nivel global? Así, más o menos sería una pregunta
inocente, que se hace para aprender desde la duda y curiosidad. ¿Dios, cómo
puede ser que esté ocurriendo todo esto, es que no vez todos los muertos que
está dejando el CV19? Y este, sería un buen ejemplo de una pregunta que nace desde
un corazón arrogante y altivo delante de Dios.
“No tomes para ti mujer ni tengas hijos ni hijas en este lugar”
Jeremías 16. 2 LBLA
Este ejemplo que nos dejo Dios en el AT, podríamos extrapolarlo y tratar de
ubicarlo en nuestras vidas. Si pretendemos darle literalidad al texto, posiblemente
estaríamos cometiendo un error, pero una buena manera de darle uso a este
versículo es, comprendiendo que Dios siempre desea lo mejor para con sus hijos;
él es conocedor de todo el porvenir, por lo tanto, sus consejos y mandatos están,
para protegernos y ayudarnos. Desconfío o dudo mucho que los mandatos y preceptos
de Dios sean para causar un malestar hacia nosotros.
“Tampoco entres en casa de banquete para sentarte con ellos a comer y beber”
Jeremías 16.8 LBLA
Dios no dice las cosas dos veces o repite las frases porque a él le quedan
dudas, en todo caso lo contrario, es para afirmar Su decisión y determinación. En
este caso, con el profeta está siendo bastante claro acerca de lo que estaba a
punto de ocurrir con el pueblo de Israel, por ello reafirma sus dichos. Sí Dios
te ha dado un mandato y te lo reafirma, ve adelante y confía en su palabra, que
sí él lo dijo, Dios lo cumplirá. Por el otro lado, sí Dios te dio una
corrección o mandato, y te lo reafirma y sigues sin hacer nada al respecto, no
hagas luego la gran pregunta sin sentido delante de Dios: ¿Por qué el SEÑOR ha pronunciado toda esta gran calamidad contra nosotros?
¿Cuál es nuestra iniquidad y cuál es nuestro pecado que hemos cometido contra
el SEÑOR nuestro Dios? Jeremías 16.10
¿POR QUÉ DIOS?
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