UN ARREPENTIMIENTO
GENUINO
Por mi mano y mi poder sabrán que soy el Señor.
EN nuestro diario caminar, nos vamos a encontrar
con muchas dudas e inquietudes. Las personas que nos dedicamos a escribir o hablar
acerca de Dios, podemos dar nuestra opinión, evidentemente basada en la Biblia.
Por otra parte, también podemos dar un consejo cuando alguien nos consulta,
pero al fin de cuantas, el único responsable de tu vida, eres tu mismo. Cada uno
de nosotros, deberemos pues, a aprender a tomar decisiones y correr con las
consecuencias de todo aquello, ya sea desde el lado bueno como de lo malo que
nos pueda suceder como resultado de nuestro estilo de vida.
Cuando trazamos
nuestra línea de la vida y vemos que estamos a punto de caernos por un abismo, naturalmente
nos desviaremos, sin importar el grado de desviación, simplemente lo haremos…algo
similar ocurre cuando deseamos un arrepentimiento genuino, nos moveremos lo suficiente
como para salirnos del mal camino que nos está llevando a la muerte.
“¡Oh SEÑOR, fuerza
mía y fortaleza mía, refugio mío en el día de angustia! A ti vendrán las
naciones desde los términos de la tierra y dirán: Nuestros padres heredaron
sólo mentira, vanidad y cosas sin provecho”
Jeremías 16. 19 LBLA
Como personas que reconocemos a Jesucristo como Salvador y Sanador, tenemos
un compromiso interno que cumplir: llevar el Evangelio de Salvación a todas
partes y por donde estemos. Por lo tanto, tendremos que aprender a predicar el
Evangelio de Cristo y si es necesario, hablaremos; es decir, nuestros actos y aptitudes
hablan más que lo que decimos. De nada sirve decir: Dios tu eres mi fortaleza y
refugio, si vemos una simple araña y nos roba la paz. Nuestra cultura ha sido heredada, dentro de
esas enseñanzas dadas, existen cosas buenas y cosas malas, por lo tanto, deberíamos
aprender a descartar todo aquello que nos hace mal y así tener un arrepentimiento
genuino.
“¿Puede hacer el hombre dioses para sí? ¡Pero no son dioses! Por tanto, he
aquí, voy a darles a conocer, esta vez les haré conocer mi mano y mi poder; y
sabrán que mi nombre es el SEÑOR”
Jeremías 16. 20, 21 LBLA
Dentro de la cultura trasmitida, damos y recibimos muchas cosas que son
meramente idolatría delante de los ojos de Dios. La lista es muy larga y
extensa, por ello, el mejor consejo sería: tratemos íntima y personalmente con Dios;
él nos dará discernimiento y convencimiento exacto de todo aquello que debemos dejar
y abandonar, así, nos aferraremos exclusiva y dependientemente a Su presencia.
UN ARREPENTIMIENTO
GENUINO
Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de
Cristo que ya está en ti. Recuerda adquirir el
libro: “Cómo entender que el sacerdocio produce en mí, hombría”, a través de
este enlace:
Si quieres que estemos orando por ti, mándanos por medio de
las redes sociales o a través de estos contactos,
tu petición.
email: agopla1976@gmail.com
Podcats: https://anchor.fm/alfonso-gomez-plaza
Instagram: @agopla1976
Twitter: @PonchoGP1
Facebook: fb.me/devocionalesponcho
WhatsApp: Tel + 44 7446
424456
Sky: live633268005c
Pinterest: agomezplaza
YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCBNslYjN5a7vRk2z7w3Qqnw/featured?view_as=subscriber
Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de
Cristo que ya está en ti.
Dejemos el nombre de Dios en alto❤️❤️❤️❤️❤️❤️ atte: tus amigos de la generación que ama
ResponderEliminarHola “Generación que ama”...Amisadai mil gracias por tus palabras, levantar el Nombre De Dios y dejarlo en alto, es mi estilo de vida, pues así demuestro a Cristo... un abrazo
ResponderEliminar