EL RESULTADO DE UNA
BUENA COSECHA
Si no renunciamos, cosecharemos.
¿PODRÍAMOS decirle al veterano campesino,
cómo cultivar la tierra? En todo caso, darle nuestra opinión de cómo mejorar
las cosechas y sobre las nuevas técnicas y tecnologías aumentarían su
productividad, es osadamente lo que podemos hacer. Él sabe cuando hacerlo, con
que hacerlo y los tratamientos a seguir en cada cultivo. Entonces, ¿con quién
podemos hacerlo? Con el granjero nuevo, con aquel que tiene poca experiencia o,
quizá con aquel que siempre pierde sus cosechas. Recordemos lo dicho por
Jesucristo: los enfermos son los que tiene necesidad
de ser curados.
“En toda labor hay
fruto; Mas las vanas palabras de los labios empobrecen”
Proverbios 14.23 RV60
Hablar con un léxico variopinto
alimenta el ego, pero cuando hablamos con más naturalidad y amor, nos acercamos
al corazón del ser humano. El sistema actual, digo el espiritual, desea
llevarnos al caos y la confusión para alejarnos de Dios, haciéndonos creer que,
si no es directamente en una congregación, no podemos servir a Dios. Recuerdo cuando
joven, tomé una mala decisión, renuncié a una de las mejores empresas de
refresco en Colombia, porque supuestamente deseaba servir más al Señor, pero siendo
sincero, fue un fracaso absoluto, aprendí de ello y se cumplió la palabra que
dice: todas las cosas nos vienen a bien a quienes
estamos en Su propósito, pero si
hoy pudiera, aconsejaría a más de uno: aguanta y procura siempre mostrarte diligente
delante de Dios y de los seres humanos.
“Porque Dios no es
injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado
hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún”
Hebreos 6. 10 RV60
Con esta promesa, apaguemos motores y vámonos para casa, diríamos en Colombia.
Todo trabajo, sin importar cual sea, si has trabajado para extender el reino de
los Cielos, Dios te va a recompensar. El apóstol no está escatimando que la
labor sea exclusivamente en una congregación, dice bien claro: a los hombres, a
los santos (personas apartadas al servicio congregacional) por lo tanto se sirve
a Dios.
Seamos pastores, misioneros, evangelistas, en cada uno de nuestros oficios
y trabajos.
Extendamos el reino de Cristo con cada labor y con la comunidad que
estemos.
Dejemos que la Mente de Cristo, dirija nuestras vidas.
EL RESULTADO DE UNA
BUENA COSECHA
Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de
Cristo que ya está en ti. Recuerda adquirir el
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de
Cristo que ya está en ti.
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