¿UNA INVITACIÓN?
Solo este es el motivo.
HOY podemos estar
hablando tranquilamente el mensaje de salvación por las redes sociales. Sin embargo,
hacerlo cara al público en el trabajo, en el estudio y en otros lugares cuesta
más; se siguen preparando diferentes leyes en todo el mundo para regular la
evangelización, con ello, limitar nuestro trabajo. Aprovechemos para hacerlo hoy
que aún podemos (recordemos que es bíblico las persecuciones por causa del
reino de Cristo).
Ciertamente, una invitación
no necesitaríamos para extender el reino de Cristo, porque es un mandato y como
tal, no existe ley alguna que no lo impida.
En estos días me compartieron
un tremendo video: en él, un conferencista está en China y tiene que predicar a
escondidas en una habitación de un hotel, poco a poco llegan los invitados de
dos en dos para no levantar sospechas (allí están prohibidas las reuniones
cristianas). El seminario era de tres días, de 8 am a 3 pm sin descanso… por un
momento denota que algunos de los asistentes no tienen Biblia y pide que
compartan; lamentablemente aún queda una señora sin ella, por lo cual, una
hermana le presta la suya sin ningún problema (allí no es tan fácil tener Biblias).
Curiosamente, esta última mujer, no dejó de recitar las porciones bíblicas requeridas.
Resulta que ella, estuvo en la cárcel por predicar el Evangelio de Cristo, pero,
allí sé aprendió de memoria toda la Biblia. En un momento, el predicador tuvo
la oportunidad de hablar personalmente con ellos, donde expusieron la difícil y
penosa situación que como cristianos ellos vivían: si ellos fueran encontrados
en esa reunión, estarían condenados a 8 años de cárcel y él expulsado de China para
siempre, todas las Biblias y material cristiano, confiscado y posteriormente
quemado. Al finalizar el seminario, los hermanos de china le pidieron al
predicador que orara para que ellos estuvieran viviendo como en Occidente, oración
que se negó a hacer al ver las absurdas y contradictorias vidas que se pueden
vivir, de un país a otro, solo por exponer el Evangelio de Cristo, reconociendo
que nuestro confort nos ha vuelto unos vagos espirituales y estamos dormidos en
nuestras comodidades.
Recordemos que
extender el reino de Cristo, exponer el Evangelio de la Salvación, no es una invitación,
es nuestra obligación, porque fue un mandato de Cristo.
“Y Jesús se acercó y
les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo. Amén”
Mateo 28. 18-20 RV60
¿UNA INVITACIÓN?
Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de
Cristo que ya está en ti. Recuerda adquirir el
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