GRILLOS Y CADENAS
Mi problema, afecta a toda la familia.
TENGO un dicho, un poco desagradable: “mi mal
aliento no me afecta a mí, pero si a todos aquellos que me rodean”. Cuando tenemos
un problema por resolver, conllevamos situaciones que alteran el bienestar de
todos aquellos que viven en nuestro entorno, los cuales van, desde la familia
hasta el trabajo, mejor dicho, toda la sociedad se ve desgastada en todos los
aspectos posibles.
El Evangelio de Marcos, nos muestra como una familia
tuvo que vivir la deshonra y lucha por tener un hijo, un papá, un tío, conflictivo,
con problemas de esquizofrenia y locura incontrolable. Este desgaste, no solo
era emocional, también fue económico y desde luego afectó a toda la sociedad.
“Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras”
Marcos 5. 2-5 RV60
Desconocemos el nombre de esta persona, lo
podemos describir como el típico loco de barrio. Por favor, no olvidemos que
este ser humano, hace parte de la misma sociedad que conformamos, pero alguien
tenia que pagar esos grilletes y cadenas que constantemente reventaba. ¿Quién
le curaba las heridas que él mismo se auto infringía? Si se maltrataba, ¿por
qué no maltrataría a los demás?
Solo Cristo nos puede dar la libertad necesaria
la cual será también, sobre todos aquellos que nos rodean hasta la misma
sociedad.
“Y le rogaron todos los demonios, diciendo:
Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. Y luego Jesús les dio
permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales
eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el
mar se ahogaron”
Marcos 5. 12-13 RV60
El adversario viene para matar, robar y destruir.
El adversario, no solo destruyó a este hombre, destruyó su familia, sino que, en
una jugada final, destruyó la economía de muchos aldeanos, los cuales tenían su
sustento en aquellos animales. Fue tal el susto y desesperación para esta sociedad,
que, en un acto contrario, rechazaron a Jesucristo, la salvación y sanidad que
solo Dios nos puede proporcionar al declarar: Vienen
a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la
legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. Y les contaron
los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el
demonio, y lo de los cerdos. Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus
contornos.
Permitamos que Cristo haga su trabajo,
liberando, sanando y restaurando nuestras vidas, no permitamos que toda la sociedad
siga cargando con nuestras culpas.
GRILLOS Y CADENAS
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a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti. Recuerda adquirir el libro: “Cómo entender que el
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