NI TIEMPO PARA…
Negarse al ocio, es estar en los negocios del Padre.
PREDICAR la palabra de Dios, es una actividad bastante agotadora
y porque no, desgastante. Pero como F. Clements dijo en su lecho de muerte: “vale
la pena gastarse para Cristo”. Dentro de mis ocupaciones diarias están: buscar
a Dios y lectura de su palabra, preparación de la oración, preparación del
devocional, siete horas y media de trabajo en un colegio (solo entre semana), estudios
universitarios, consejerías, ser papá y ser esposo, todo esto entre las 5 am y
las 11 pm, aprox. los siete días de la semana. No puedo negarlo, en ocasiones
no tengo tiempo ni para… y desearía ir al desierto, solamente para descansar.
“El les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar
desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de
manera que ni aun tenían tiempo para comer”
Marcos 6. 31 RV60
En este relato, el Evangelista Marcos nos deja
ver cuanto le importa a Dios que estemos bien y que podamos descansar. En la
vida no todo es trabajo, también es necesario un tiempo de disfrutar del reposo
que el Señor nos brinda, por ello, él hizo todo en seis días y en el séptimo descansó.
Paradójica y extrañamente, más adelante, en
Samaria, el Maestro y sus discípulos tuvieron hambre, estos al volver con la
comida, él después de liberar a María la samaritana, dijo que el trabajo con su
Padre lo había satisfecho y que no tenía necesidad de comer.
“Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo
compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a
enseñarles muchas cosas. Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se
acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada. Despídelos
para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no
tienen qué comer”
Marcos 6. 34-36
Cuando Dios nos introduce a un desierto, él
mismo se encargará de todo, nos dará descanso y sustento aún en medio de los
problemas y las dificultades. Jesucristo proveyó alimento, sanidad y descanso en
aquel momento para cerca de veinte mil personas, sinceramente sí creemos en él
y que resucitó de entre los muertos ¿no nos proveerá de todo, cuando estemos en
medio del desierto en el cual, él mismo nos preparó?
NI TIEMPO PARA…
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siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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