UN ALTO COSTO
Nada es gratis en la vida, hay un costo por pagar.
HOY lamentablemente se predica un evangelio que
nada tiene que ver con el Evangelio de Cristo. Parece ser que la enseñanza bíblica
de la muerte y resurrección de Jesucristo está pasada de moda, por lo tanto,
será entre comillas más apropiado hablar de la prosperidad, como ser relevantes
en la sociedad, etc. No esta mal hablar de estos temas, pero si nos dedicáramos
como en los primeros siglos de la cristiandad a predicar a Cristo, su vida,
muerte y resurrección, la Iglesia de Cristo, tendría otro mover y sentir.
Hace poco escribí: ¿qué tenía Jesucristo que atraía
y era tan seguido por las masas? ¿Por qué nosotros no manifestamos este mismo
sentir sabiendo que tenemos la promesa que cosas mayores haríamos? El Evangelista
Marcos, nos deja un gran relato, gracias al testimonio que dio su protagonista:
“Pero una mujer que desde hacía doce años
padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado
todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, cuando oyó
hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque
decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva”
Marcos 5. 25-28 RV60
Vamos a llamar a esta mujer Aleyda, ella había
gastado una fortuna para poner fin a una hemorragia o flujo vaginal constante,
la cual la atormentaba, pero a nivel social también la había vuelto inmunda y tenia
que estar aislada y excluida, para que no contaminara a nadie por entrar en
contacto físico con ella. Aleyda luchó con todos sus medios y recursos contra
esta enfermedad, pero ya después de doce años se dio por vencida. Pero justo o
precisamente en ese momento, cuando todo estaba agotado, donde ya no cabía nada
de esperanza, corre el último riesgo, habrá pensado: “si me descubren tocando a
un Rabí con la menstruación, seré apedreada, pero prefiero morir ya a seguir
padeciendo esto, correré el riesgo, pero sé que seré sanada”
Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y
sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. Entonces la mujer, temiendo y temblando,
sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le
dijo toda la verdad. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y
queda sana de tu azote.
Marcos 5. 30. 33-34 RV60
Luchemos, golpeemos, corramos a la meta final. No
perdamos la bendición que nos ofrece Cristo, con la salvación y restauración que
tenemos a través de Su muerte y resurrección, el acto más extraordinario, jamás
datado en toda la existencia humana.
UN ALTO COSTO
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a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti. Recuerda adquirir el libro: “Cómo entender que el
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Dios te bendiga y traiga
siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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