Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO -CON GRAN VIOLENCIA

CON GRAN VIOLENCIA

Buscamos la paz, pero solo la arrebatamos con violencia.

¡QUÉ oxímoron es esta gran verdad! Este inclusive ha sido el lema de países que extrañamente buscan la paz, ya sea en sus propios territorios, como en otras áreas diferentes a ellos; “Si vis pacem, para bellum” que significa: Si quieres la paz, prepara la guerra. Un pequeño ejemplo que comprenderemos fácilmente: no hay nada más violento que una fiebre para el cuerpo humano, todos conocemos los síntomas y lo mal que nos hace pasar, pero en nuestro interior, se está librando una batalla a muerte, donde nuestras defensas están librándonos de enfermedades.

“Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios”

Marcos 1. 23-24 RV60

Matar, robar y destruir, esta es la profesión del adversario nuestro y este no dudará ni un solo segundo en hacerlo y cuanta más violencia y oposición nos haga para vernos derrotados, lo hará. El ser humano, ante las huestes de maldad y del adversario, sinceramente nada tiene que hacer, lamentablemente nos queda solo ver cómo es consumido y adsorbido por el mal. Sin embargo, muchos de nosotros hemos conocido a nuestro sanador y hemos permitido que él sea también nuestro salvador, el cual dio su vida en rescate y como valor especial por toda la humanidad: Jesucristo, el Hijo de Dios.

“Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él”

Marcos 1. 25-26 RV60

El Evangelio de Marcos, al comenzar a narrar los hechos de Jesucristo, nos dejó ver su poder y autoridad sobre el reino de las tinieblas. Primero con vencer todas las tentaciones a las que fue sometido, segundo a través de este ejemplo para dejarnos bien claro el mensaje, no solo podemos salir libres de las tentaciones, sino que todos los ataques del adversario y del reino de las tinieblas, están sin poder y autoridad, sobre la vida de los hijos de Dios que hemos depositado nuestra confianza en él y que proclamamos esta verdad sobre cada una de nuestras vidas.

Buscamos la paz, desde luego que sí. Dios nos da la paz a través de su Hijo Jesucristo, pero esto significa una gran violencia en nuestro ser, en todo nuestro entorno, recordemos: “Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza”, Mateo 11.12

CON GRAN VIOLENCIA

Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.