Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO -¿UNA GRAN ARMONÍA?

¿UNA GRAN ARMONÍA?

La helenización de la Iglesia fue un gran error.

HOY solemos considerar la iglesia local, como un lugar idílico, porque abstraemos ese concepto del panteón griego, donde tenemos angelitos con arpas tocando todo el día desde el Olimpos, para amenizar a los dioses y con ello, la humanidad estaría en paz y tranquilidad, todos viviendo en paz, armonía y sosiego; pero esta fantasía helenística, fue transmitida a la iglesia entre los primeros siglos de la cristiandad, después de utilizar formulas filosóficas griegas, se dieron el lujo de abrir la puerta al adversario y así este saquearía, para explicar doctrinas que hoy conocemos y utilizamos como dogmas de la vida cristiana.

Pero la iglesia local, no esta ajena de tener pequeños roces y discusiones internas: entre líderes, entre asistentes, entre familias, llegándose incluso a el desconocimiento total y muchas veces, ver como familias enteras se van por el propio bien congregacional de ellas.

“Vienen después sus hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle. Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan”

Marcos 3. 31-32 RV60

Otra de las incursiones del helenismo a la cristiandad, fue presentar a la familia de Jesucristo como aliados suyos, inclusive, en la doctrina tradicional católica romana, pretende presentar a María como engendradora y madre de Dios, (Calcedonia siglo IV) cometiendo un gran error, elevándola a la misma categoría divina del Único Dios, pero estos versículos nos muestran una estampa totalmente diferente, reflexionemos:

¿Cristo era un arrogante de miedo qué hasta a su propia mamá desconocía? ¿Si María fue siempre su seguidora y aliada, por qué estaba afuera junto con sus hermanos en este último año de ministerio de Cristo?

“Él les respondió diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre”

Marcos 3.33-35 RV60

Sabemos como terminó la historia, María de Belén, mamá de Jesús, se arrepintió y fue una gran seguidora suya, Jacobo su hermano, fue el Apóstol Santiago, porque él dejó el judaísmo y se convirtió al cristianismo al comprobar que su hermano, realmente es el Mesías que estaba esperando todo Israel. Ahora la historia está en nuestras manos, ¿Qué vamos a hacer? ¿vamos a permitir qué se repita? ¿vamos a permitir qué Cristo diga: “estos no son mí familia? Permanezcamos en la armonía de Cristo, resolviendo nuestras dificultades y demostrando que Cristo vive y reina por la eternidad.

¿UNA GRAN ARMONÍA?

Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.