Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO

AVERGONZADOS

Nosotros somos sus testigos por eso hablamos de Cristo vivo.

LA vergüenza por definición es, sentimiento humillante de pérdida de dignidad experimentado como consecuencia de alguna falta cometida por uno mismo con alguien que se está ligado. Romper con el esquema de la vergüenza es un esfuerzo que solo se logra enfrentándolo, por ejemplo, hablar en público no es nada fácil porque la vergüenza de cometer o hacer el ridículo nos frena, pero la única manera de ser libres es comenzar poco a poco a hablar en público, hasta que aprendemos a dominar sobre este sentimiento.

Dar testimonio es tan importante como parte esencial al servicio de la iglesia, pero miles de testimonios se pierden por la vergüenza de hablar públicamente o por el acto del milagro sobrenatural es tan escandaloso, que preferimos ocultarlo.

“Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto”

Marcos 5. 32 RV60

¿Espectadores o protagonistas? Son los dos únicos papeles que tenemos dentro de la extensión del reino de los cielos. Dependerá de nosotros, estaremos viendo los milagros desde la barrera, viendo como nos suceden sin decir nada o todo lo contrario, viviremos siendo testigos fieles del amor y misericordia de Dios, rompiendo el esquema de la vergüenza que nos ata y no nos deja dar testimonio del poder y la sanidad divina en cada uno de nosotros.

“Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y queda sana de tu azote”

Marcos 5. 33-34 RV60

Una vez rompemos el esquema de la vergüenza, mostramos la verdad de Dios para toda la humanidad. ¿Cuántos milagros no sucedieron en ese mismo momento? ¿Cuántos milagros están ocurriendo ahora mismo y simplemente nunca los reconoceremos? Esta mujer fue sana de su azote, pero el propósito de Dios de los milagros es la transformación del ser humano. Ella cambio de aptitud, ella aprendió a tener coraje y dejar a la vergüenza a un lado que durante doce años la mantuvo atada y distante de la sociedad. Ella aprendió que con humildad y sencillez de corazón se activa el milagro provisto por Dios para su sanidad, pero con esa misma humildad y sencillez, ella reconoció públicamente cómo el Todopoderoso, la había sanado.

Hoy Jesucristo nos dice también: tu fe te ha salvado, pero depende de nosotros seguir siendo meros espectadores. Hoy es el día de ser los protagonistas de la extensión del reino dando testimonio a cielo abierto.

Dios te bendiga.

AVERGONZADOS

Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.