Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO

PERDIÓ LA CABEZA

A cada momento se hace evidente que tendremos que tomar la Cruz y seguirlo.

LOS apologistas de la vida light consideraran que no es necesario presentar sacrificios delante de Dios, porque con Cristo se presentó todos los sacrificios y, desde luego que es así, pero cuando vamos a ver el día a día, nos encontraremos con pequeños o grandes actos de sacrificios personales o colectivos para que la extensión del reino de Cristo continué. Evidentemente no estamos hablando de ofrecer la sangre de un animal o algo parecido, es decir, cuando vemos a un ser humano necesitado y damos desde nuestra propia necesidad, estamos haciendo un sacrificio, cuando en nuestro trabajo ofrecemos una oración oportuna a cualquiera que restaure su vida, y nos estamos exponiendo públicamente, ofrecemos un sacrificio, pero algunos lo llevan al límite y están dispuestos hasta perder su cabeza.

“Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano”

Marcos 6. 18 RV60

Juan Bautista llevó una vida de sacrificio constante, él por herencia pudo estar trabajando en el Templo, pues era sacerdote de la orden de Aarón, sin embargo, decidió llevar su vida, lejos de los lujos y comodidades que le podía ofrecer el sacerdocio, él vivió en el desierto y comía lo que la naturaleza le ofrecía, insectos y mil silvestre. El no vestía de lino y ropas ornamentales propia de su clase, utilizaba los cueros de los animales que se encontraba en el desierto. Con todo y este extraño estilo de vida, Dios lo utilizó y depositó en él, el espíritu de Elías. Actuó y dijo siempre la verdad, sin importar el estatus o supremacía que se tuviera.

“Pero Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no podía”

Marcos 6. 19 RV60

Cuando dices la verdad, hace sacrificios por ejemplo, tu popularidad puede verse afectada. Cuando hablas sinceramente y confrontas a las personas, muchas de ellas desearan tu muerte. Pero estemos confiados que si por cumplir las ordenes de Dios la sociedad nos desprecia, Dios mismo nos confortará y dará nuevas fuerzas, pero asegurémonos de estar actuando conforme a Su corazón y no a nuestras emociones.

Dios te bendiga.

PERDIÓ LA CABEZA

Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.