Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO

¿QUÉ HAREMOS?

Dios sabe porque te pide que hagas las cosas, pues, él ya las depositó en ti.

EN muchas ocasiones oramos: “Señor abre o cierra puertas conforme a tu voluntad”. El problema que tenemos es, sinceramente queremos es que se haga nuestra voluntad y no la de Dios, por eso, nos quejamos y no aceptamos las respuestas que Dios nos da para cada situación de nuestras vidas. Dios siempre responde a nuestras oraciones, conforme a Sus propósitos y ante la necesidad de la extensión de Su reino. Nuestra única solución es aprender a estar alineados con el cielo. Tenemos que estar sujetos a los designios divinos y no a nuestros caprichos. Igual que los Hijos de Isacar, tenemos que ser muy entendidos en los tiempos de Dios, para no crearnos falsas expectativas y desde luego no ministrar falacias a los demás.

“Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Qué vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?”

Marcos 6. 37 RV60

Es maravilloso ver la cara de espantados que tomaron los discípulos ante la orden de Jesucristo. Esta es, la misma cara que nos queda cuando en medio de la calle Dios nos dice: ve y abraza a tal mendigo, es mi hijo y está muy solo; nosotros comenzamos a reconvenirlo hasta con argumentación bíblica, filosófica y existencial, tenemos un denso dialogo cósmico que no llega a ningún lado. Dios insiste porque ha comprendido que nuestra desobediencia nos lleva a reprobar, hasta una tercera vez Dios nos insta a escuchar, pero nada, no escuchamos ni actuamos tal como él nos encomendado. Y con cinismo a la mañana siguiente en nuestras oraciones le decimos a Dios: Señor envíame a las naciones, aquí estoy…envíame a mí.

“Él les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id y vedlo. Y al saberlo, dijeron: Cinco, y dos peces”

Marcos 6. 38 RV60

Entonces, ¿qué vamos a hacer? Extender el reino de los Cielos, es una sucesiva acción de actos sin sentido para nosotros, pero para Dios es de vital importancia. Para Cristo, cinco panes y dos peces dan para alimentar a veinte mil personas. Para que nos entendamos, una Cajita Feliz del Mac Donald o un Happy Meal, es suficiente para Dios y así, alimentar a toda una población. Ahora comprendemos que igual que los discípulos, somos nosotros los que limitamos el poder de Dios. Por eso reitero, ¿qué vamos a hacer?

Dios te bendiga.

¿QUÉ HAREMOS?

Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.