EL MAL QUE HAY EN MÍ
Contra todo este mal es el que a diario debo luchar.
EL gran error de ser humano es presentarte infalible
y santo cuando en realidad es débil y lleno de errores. Si a la sentencia
anterior le sumamos que deberíamos estar representando a Cristo y al reino de
los cielos, definitivamente la pata cojea. Isaías 1. 6 dice: “Desde la
planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y
podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite”.
Ni el que se considere más santo, así lo es. Tampoco, el hecho de ser
benevolente o piadoso nos acerca a ser personas intachables. Simplemente debemos
reconocer la maldad que hay en cada uno de nosotros para así mismo, acercarnos
a los pies de Jesucristo, declarando nuestra vulnerabilidad, debilidad y
necesidad de él. Seguramente Cristo, escuchará nuestro clamor y nos ayudará a ser
cada día conforme a su imagen.
“Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre”
Marcos 7. 20 RV60
Marcando la diferencia
entre nosotros y Jesús de Nazareth, él realizó un vaciamiento sincero delante
del Padre Celestial. Jesucristo vivió una Kénosis autentica para llegar a ser
el Mesías que todo el A.T. hablaba. Así mismo, como justa correspondencia el
Espíritu Santo, nunca se apartó de él, aún en los momentos más difíciles y
decisivos en su pasión, muerte y desde luego en su resurrección. Esta misma
acción, es decir, el vaciamiento para ser acompañados por el Santo Espíritu,
morir diariamente para resucitar con la Mente de Cristo, es un ejercicio que
deberíamos realizar constantemente, tomando su Cruz y siguiéndolo.
“Porque de dentro, del corazón de los hombres,
salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los
homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la
envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de
dentro salen, y contaminan al hombre”
Marcos 7. 21-23 RV60
Podemos seguir luchando,
haciendo miles de ejercicios orientales que nunca nos apartaremos de esta realidad.
Ya podremos rezar todo el día de rodillas con fríjoles de base, que la maldad
que alberga nuestro corazón, nunca se apartará de nosotros. La única y repito
clara y altamente, la única solución en nuestras vidas es entregarnos sinceramente
a Jesucristo, permitir que él nos vacié de nosotros mismos de esa maldad que
alberga nuestro ser, ser llenos de su Espíritu y cada día resucitar en él,
permitiendo que la Mente de Cristo, viva activa en nosotros a cada momento.
Dios te bendiga.
EL MAL QUE HAY EN MÍ
Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
Si quieres que estemos
orando por ti, mándanos por medio de las redes sociales o a través de estos
contactos, tu petición.
email: agopla1976@gmail.com
Podcats:
https://anchor.fm/alfonso-gomez-plaza
Instagram: @agopla1976
FaithSocial: agopla1125695
Twitter: @devocinagopla
Facebook: fb.me/devocionalesponcho
WhatsApp: Tel + 44 7446 424456
Sky: live633268005c
Pinterest: agomezplaza
YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCBNslYjN5a7vRk2z7w3Qqnw/featured?view_as=subscriber
Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
Me gustan estos devocionales,me alienta a seguir a Jesús
ResponderEliminarno permitanos que nuestra fe en Dios decaiga, todo lo contrario, seamos perseverantes para llevar a la meta final, la salvación y vida eterna junto con Jesucristo
Eliminar