LA CONDENA
Mientras señalas a alguien, tres dedos más te apuntan.
ES tan fácil acusar y condenar a los demás. El problema
surge cuando estas condenas nos señalan a nosotros, las cuales trataremos de
defendernos y si tenemos ocasión, revertiremos esas condenaciones a los otros. En
el reino de Cristo, las cosas funcionan de manera diferente, es decir, cuando
esperamos maldecir a nuestros oponentes, Dios nos dice: bendícelo. Cuando alguien
esta necesitado y nosotros también, Dios nos dice: dale de tu miseria.
Jesucristo nos enseñó: si alguno golpea tu mejilla derecha, ponle también la
izquierda, en otras palabras, si alguien te condena falsamente, déjalo porque por
sus propias mentiras, caerá.
“Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de los escribas, que habían
venido de Jerusalén”
Marcos 7. 1 RV60
Jesucristo estaba en la
región de Genesaret y hasta allí fueron a buscarlo la clase política y religiosa
de la época. Ellos tuvieron que atravesar todo el Lago de Tiberias, para
encontrarse con el Maestro. Quizá, su primera intensión hubiera sido aprender
de él o simplemente conocerlo, pero, como sabemos de la abundancia de nuestro
corazón habla nuestra boca, ellos no pudieron entender el mensaje de salvación
que traía Jesús de Nazareth.
“los cuales, viendo a algunos de los discípulos
de Jesús comer pan con manos inmundas, esto es, no lavadas, los condenaban”
Marcos 7. 2 RV60
El problema con la condenación
es que ella misma nos condena. Recordemos lo que dice Mt. 7. 2: Porque con el juicio con que juzguéis, seréis
juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá. Es fácil tirar la primera piedra, pero lo difícil
es ponernos en los zapatos de los demás y tratar de entender porque actúan o se
comportan de una manera específica. Amar a los demás es la característica esencial
de todo cristiano. Jesucristo no condenó a los que lo estaban sometiendo a
martirio y lo condenaron a muerte, todo lo contrario en la Cruz declaró: Y
Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron
entre sí sus vestidos, echando suertes. Hoy es un día para amar y
perdonar a los demás. Hoy es un buen día para dejar de condenar y juzgar a los
tuyos. Hoy es un buen día para acercarnos a Cristo y declararle nuestra
necesidad de él.
Dios te bendiga.
LA CONDENA
Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
Si quieres que estemos
orando por ti, mándanos por medio de las redes sociales o a través de estos
contactos, tu petición.
email: agopla1976@gmail.com
Podcats:
https://anchor.fm/alfonso-gomez-plaza
Instagram: @agopla1976
FaithSocial: agopla1125695
Twitter: @devocinagopla
Facebook: fb.me/devocionalesponcho
WhatsApp: Tel + 44 7446 424456
Sky: live633268005c
Pinterest: agomezplaza
YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCBNslYjN5a7vRk2z7w3Qqnw/featured?view_as=subscriber
Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario