Devocionales de Alfonso Gomez Plaza: DEVOCIONAL CRISTIANO -AÚN NO LO ENTIENDEN

AÚN NO LO ENTIENDEN

¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís?

TENGO una sana costumbre nunca doy más de tres consejos a alguien. Si cuando doy un consejo y no lo siguen puede ser por:

- No interesa el consejo.

- No supe comunicarlo adecuadamente.

- Fue un mal consejo.

Por lo tanto, no voy a insistir por esa vía, porque no soy un mal consejero. Sin embargo, tenemos el caso de las personas que por más que les aconsejes y acompañes en la vida, nunca aprenden. Este tipo de individuos están acostumbrados a sus estilos de vida que no desean modificarlos, aunque sepan que es contra producente y va en detrimento de sus vidas y de todos aquellos que los rodean. Comentábamos que la culpabilidad nos vuelve prejuiciosos y en muchas ocasiones nos hacen pasar malos ratos. De estas malas pasadas no se libra nadie y está a pedir de boca en nuestras vidas.

“Y él les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes”

Marcos 8. 15 RV60

Jesucristo, estaba aún batallando por el disgusto que le provocó la religiosidad de los líderes en la región de Magdala y los discípulos con la culpabilidad de no haber traído suficiente comida. Cristo intentando darles respuesta y un buen consejo para la vida ministerial y ellos pensando en la comida. Y es que, naturalmente somos así, nos quedamos en el ahora y descuidamos el porvenir, mientras que para Dios, el pasado, el presente y el futuro están contenidos en Su voluntad.

“Y discutían entre sí, diciendo: Es porque no trajimos pan”

Marcos 8. 16 RV60

El Apóstol Santiago dijo: Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Ellos de primera mano se perdieron la bendición de ser enseñados, ahora serán exhortados. Cuando tengo que dar un cuarto consejo sobre el mismo asunto, no lo hago con la misma ternura que lo dije las tres primeras veces y recalco que es la última vez que hablamos del tema. Necesitamos aprender a conectar nuestros sentidos completamente. Tenemos que estar seguros a quién vamos a escuchar y de quién vamos a tomar consejo. Debemos ser imitadores de Cristo, buscando agradar al Padre Celestial y no a los hombres.

Dios te bendiga.

AÚN NO LO ENTIENDEN

Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.

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